Abogado reveló casos de maltrato en detenciones ilegales en China
Jiang Tianyong acusó abusos físicos y psicológicos, lavado de cerebro y continuas amenazas.
Fue detenido al comienzo de la campaña de represión contra intelectuales, disidentes, artistas y abogados en febrero.
Maltrato físico y psicológico, lavado de cerebro y continuas amenazas fueron las herramientas utilizadas por las autoridades chinas contra Jiang Tianyong, abogado liberado en abril tras dos meses de detención ilegal, según afirmó en una entrevista al diario independiente South China Morning Post.
Jiang, de 40 años, fue detenido al comienzo de la campaña de represión contra intelectuales, disidentes, artistas y abogados que comenzó el pasado mes de febrero destinada a abortar cualquier conato de protesta que imitara las revoluciones jazmín árabes.
El abogado fue detenido el 19 de febrero y, según su relato, "golpeado durante las dos primeras noches" e interrogado por agentes de la seguridad nacional, que no le permitían responder "no sé" o equivocarse y que eran los encargados de ejecutar las torturas.
La detención se produjo ya que, a pesar de no tener una relación aparentemente directa con las manifestaciones hechas a comienzos de febrero, Jiang había llamado la atención de las autoridades al representar a varios enfermos de sida así como a seguidores de Falun Gong, doctrina religiosa prohibida y perseguida en China.
Según afirmó, durante su encierro, sus carceleros le dijeron: "Podemos hacer las cosas de acuerdo a la ley y podemos no hacerlas de acuerdo a la ley, porque estamos autorizados para ello".
Además, y ante las súplicas de Jiang para que cesara el maltrato físico y apelando a su condición humana y a la de sus guardas, uno de estos espetó al abogado: "Tú no eres un ser humano".
Amenazado
Sesenta días después de su desaparición, Jiang fue puesto en libertad tras firmar ocho compromisos y recibir el visto bueno de las autoridades, que consideraron que el lavado de cerebro hecho sobre el abogado había surtido efecto.
"Debía informar de a quién veía y con quién me reunía así que decidí no hablar ni comunicarme con nadie", aseguró Jiang, amenazado con una nueva detención, suya o de su esposa, si rompía las condiciones para su liberación firmadas en los acuerdos.
A pesar de obligársele a adoptar un perfil bajo tras su puesta en libertad, Jiang comenzó a hacer comentarios en microblogs a finales de junio y en Twitter en agosto, algo con lo que intenta luchar contra las secuelas psicológicas de su retención.
"Me sentí como si me pudiera volver loco en cualquier momento", dijo Jiang, quien se consideró afortunado comparado con otros como el también abogado Tang Jitian, sometido a ráfagas de aire frío durante su "secuestro" y diagnosticado más tarde de tuberculosis.