Cuatro mil personas se deleitaron con Emir Kusturica en el Caupolicán
Desplegó baile, energía y humor junto a la banda No Smoking Orchestra.
Mujeres del público subieron al escenario para participar de la fiesta.
Euforia, baile, energía y humor, eso fue lo que Emir Kusturica y su banda, la No Smoking Orchestra, desplegaron en la noche del martes la efectiva combinación de elementos que hacen de sus conciertos un carnaval gitano y que en sus numerosas presentaciones en el país ha ganado gran cantidad de adeptos para el director serbio y sus músicos.
Ante unas cuatro mil personas que colmaron el teatro Caupolicán, la agrupación desarrolló una hora y media de concierto, caracterizadas por la gran interacción con el público, que participó activamente de la puesta en escena.
En varias oportunidades, de hecho, Kusturica y sus compañeros subieron al escenario a mujeres de la audiencia para bailar con ellas o realizar divertidos trucos con los instrumentos musicales, que provocaron la alegre reacción de los asistentes.
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| Emir Kusturica se presentó en el Teatro Caupolicán. (Foto: @elisabriones) |
Y es que el realizador de "Underground" y "Tiempo de Gitanos" gusta de convertir sus shows en una verdadera terapia para sus fanáticos, tal como explicó en conversación con la prensa.
"A la gente le encanta ver a alguien que canta hermosamente en un gran estadio y todo el mundo cae en una suerte de trance y lo que yo quiero hacer es nuestra música que yo llamo música acrobática que es que el arte cumpla la función de terapia sobre la gente", afirmó.
Con ocho músicos en escena, violines, batería, guitarra eléctrica, bajo y percusión, Emir Kusturica y la No Smoking Orchestra se valen de todos los recursos disponibles para presentar del mejor modo su explosiva combinación de música tradicional serbia, con rock and roll, misma que ya han registrado en siete discos de estudio.
Antecediendo a esta nueva presentación en Chile estuvo la banda nacional La Mano Ajena, que en razón de su similitud musical y la amistad que los une con los europeos, oficiaron de teloneros, con un concierto de 35 minutos que demostró su consolidación y buen momento artístico.
