Duran Duran en Chile: Glamour inoxidable

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Autor: Cooperativa.cl

El show partió con 25 minutos de atraso.

"A view to a kill", "The reflex" y "Come undone" fueron algunos de los temas ofrecidos a los fanáticos.

25 minutos de retraso valieron la pena. Mientras el público se impacientaba en la espera por la cuarta visita de Duran Duran a Chile, las últimas ubicaciones del Teatro Caupolicán terminaron por llenarse, tras la afortunada decisión de mover el concierto desde el inhóspito Espacio Riesco a calle San Diego.

ImagenY el recinto lleno era la respuesta adecuada, porque los ingleses mostraron un show de gran factura, con una puesta en escena mucho más lograda que la de su anterior concierto del 2008, y donde sus integrantes, comandados por el carismático Simon Le Bon, regalaron hits a destajo ante un público de corazón - y carnet - ochentero.

El primer golpe vino con "Planet Earth" de 1981, la segunda canción de una noche que dio poco respiro, pues pese a estar de gira con un disco reciente ("All you need is now" de 2011) el foco estuvo puesto en la nostalgia. "A view to a kill", "The reflex" y "Come undone" no sólo despertaron los coros de la gente, si no que probaron la buena forma en que se encuentra la banda, que tuvo como protagonistas al bajista John Taylor y la voz intacta de Le Bon, interactuando permanentemente con los fans.

Bromas y recuerdos de su primera vez en Chile ("Estuvimos aquí en 1993, somos amigos desde largo tiempo") junto a unas cuidadas visuales también fueron parte de un concierto que tras "Girl panic", una de sus nuevas canciones, se transformó derechamente en un enérgico "Grandes éxitos": Duran Duran sacó sus mejores armas con "Save a prayer", "Notorious", "Ordinary world" "Hungry like the wolf" y una versión de "Wild boys" mezclada con el clásico de Frankie Goes To Hollywood "Relax".

El set de 18 canciones se cerró con "Girls on film" y "Rio" y la confirmación de que los británicos no sólo en su tiempo subieron la vara del pop y el new wave. También actualmente se permiten seguir la fiesta, con la autoridad del que lleva 30 años marcando la pauta.