Conferencia ONU de cambio climático cerró sin acuerdo sobre nuevo Protocolo de Kioto
La idea del “Kioto II” es establecer un puente hacia un acuerdo global sobre cambio climático vinculante a todos los países.
Organizaciones ecologistas expresaron su desilusión frente al fracaso de las negociaciones.
La conferencia de trabajo de la ONU sobre cambio climático, celebrada en la ciudad alemana de Bonn, cerró este sábado sin arrojar un consenso respecto a los plazos para establecer un nuevo acuerdo que sustituya al Protocolo de Kioto que expira a finales de este año.
Du
rante la reunión, instancia preparatoria de la Cumbre Mundial sobre Cambio Climático que se celebrará en Catar entre el 26 de noviembre y el 7 de diciembre, la Unión Europea insistió en que "Kioto II" debe comenzar a funcionar a principios de 2013 y tener una vigencia de ocho años hasta 2020.
No obstante, este planteamiento no alcanzó ningún consenso ya que para muchos, ocho años de vigencia significa dejar en suspenso durante ese periodo los objetivos en materia de cambio climático, sin tomar en cuenta el progresivo calentamiento del planeta.
El objetivo de prolongar el Protocolo de Kioto a partir de 2013, es crear un puente hasta la entrada en vigor del perseguido acuerdo global sobre cambio climático de carácter vinculante para todos los países, del cual solo se logró consensuar un vago programa de trabajo.
La importancia de reducir la emisión de gases
En la clausura de la conferencia, la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático, Christiana Figueres, exigió metas más ambiciosas en el compromiso para la reducción de gases de efecto invernadero hasta 2020.
De lo contrario, advirtió Figueres, será imposible alcanzar el objetivo acordado de limitar el calentamiento del planeta a un máximo de dos grados centígrados este siglo.
A pesar de todo, Figueres se mostró satisfecha con los resultados de la conferencia y señaló que "las negociaciones van por buen camino, aunque seguramente les falta el ritmo correcto".
Los países más pobres urgieron especialmente a la UE a incrementar sus objetivos relativos a la reducción de gases de efecto invernadero del 20 por ciento acordado hasta 2020 (respecto a 1990) hasta al menos el 30 por ciento.
Las organizaciones ecologistas, por su parte, expresaron su desilusión con las negociaciones. "De la euforia de Durban aquí (en Bonn) ya no queda nada", afirmó el director de la representación en Berlín de Greenpeace, Stefan Krug.