Presidente egipcio afirmó que se vengarán por ataques terroristas en el Sinaí
Abdelfatah al Sisi, señaló que el Ejército y la Policía se sacrificarán por el país.
"Vengarse no significa matar a inocentes. Esto no es una restricción sino un compromiso", enfatizó.
Al Sisi ordenó la creación de una comandancia militar unificada para luchar contra el terrorismo en el Sinaí.
El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, afirmó que el Ejército y la Policía se vengarán de los ataques terroristas del pasado 29 de enero, que se saldaron con una treintena de muertos en la península del Sinaí.
En un discurso en un acto oficial, recogido por los medios estatales, Al Sisi señaló que los efectivos de seguridad están dispuestos a sacrificarse por Egipto y que nadie podrá acabar con ellos "sea cual sea su fuerza y organización".
El mandatario advirtió, sin embargo, de matar a inocentes en el marco de esta venganza. "Vengarse no significa matar a inocentes. Esto no es una restricción sino un compromiso", subrayó.
Al Sisi también anunció que las autoridades van a destinar 10 mil millones de libras egipcias (unos 1.300 millones de dólares) para desarrollar el empobrecido Sinaí.
El presidente egipcio hizo estas declaraciones durante un acto en El Cairo al que asistieron importantes personalidades como los ministros de Defensa, Sedqi Sobhi, e Interior, Mohamed Ibrahim; el jeque de la institución islámica de Al Azhar, Ahmed Tayeb, y el papa copto Teodoro II.
La serie de ataques lanzada contra las fuerzas de seguridad el pasado 29 de enero fue reivindicada por el grupo yihadista Wilayat Sina, que es leal al Estado Islámico (EI).
Al Sisi ordenó la creación de una comandancia militar unificada para luchar contra el terrorismo en el Sinaí, encabezada por el general de división Ahmed Osama Rushdi, quien fue ascendido al rango de teniente general.
El Sinaí es desde hace años un foco de inestabilidad, pero desde el derrocamiento del presidente Mohamed Mursi en julio de 2013 se multiplicaron los ataques contra las fuerzas del orden.
El pasado octubre, tras un ataque contra el Ejército que se saldó con la muerte de más de treinta soldados, las autoridades decretaron el estado de excepción en parte de la península y comenzaron la demolición de las viviendas de Rafah situadas cerca de la frontera con Gaza.