La increíble historia del dueño de un motel que espió durante décadas a sus clientes

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Autor: Cooperativa.cl

A través de agujeros en las habitaciones, un sujeto vio las relaciones sexuales de miles de estadounidenses.

Gerald Foos recalcó que no quería ser visto como un pervertido sino como un “investigador sexual y observador social”.

Su historia saldrá a luz en un libro que publicará el periodista Gay Telese.

Entre mediados de los 60' y mediados de los 90', el ciudadano estadounidense Gerald Foos, fue el propietario de un motel en Colorado.

Nada raro sino fuera porque durante décadas, el hombre observó a través de agujeros en las habitaciones, como miles de parejas mantenían relaciones sexuales.

Esta historia real es la que abordará el próximo libro del periodista y escritor Gay Telese, quien en 1980 recibió el primer contacto de Foos, quien le informaba que "durante los últimos 15 años he sido testigo de primera mano del sexo, he observado y estudiado la relación espontánea entre las parejas".

Parte de aquellos relatos quedaron plasmados en "Thy Neighbor's Wife", texto que habló sobre las costumbres sexuales de los norteamericanos.

Sin embargo, ahora el destacado periodista, uno de los pioneros del periodismo literario o nuevo periodismo, contará la vida secreta de Foos y su fascinación por el vouyerismo en "The Voyeur's Motel", texto que saldrá a la venta en julio.

No lo hizo solo

Gerald Foos compró el motel de 21 habitaciones con el apoyo de su primer esposa, Donna.

Y fue ella, que compartía su gusto vouyerista, quien le ayudó a hacer los agujeros en los techos de las habitaciones y a cubrirlas con láminas de aluminio para que pareciera un ventilador.

Donna murió en 1985, pero el hombre se volvió a casar y su segunda esposa, Anita Clark, también compartió su gusto y colaboró con él. También fue parte del proceso, el escritor Gay Telese quien como parte de su proceso de escritura fue invitado a uno de estos "visionados".

Con el paso del tiempo, ambos perdieron contacto y Foos ya había dejado de ser dueño del hotel. No obstante, en los últimos años se volvieron a reunir, ya que el propietario quería que su historia saliera a la luz.

El hombre recalcó que no quería ser visto como un pervertido sino como un "investigador sexual y observador social".