Ex ministro: El Gobierno debe ayudar a los taxistas tradicionales a transformarse
Pedro Pablo Errázuriz (Evópoli) comentó en Cooperativa la polémica que ha desatado el uso de las aplicaciones Uber y Cabify.
Opinó que no es posible prohibir su uso, puesto que es un servicio "mucho más eficiente, de calidad superior y de menor costo".
El ex titular de Transportes reiteró su concepto de que atacar a Uber "es como tratar de prohibir internet para que el fax siga vivo".
El ex ministro de Transportes Pedro Pablo Errázuriz, vicepresidente de Evópoli, criticó la pelea iniciada por el Gobierno y los taxistas contra el uso de aplicaciones como Uber y Cabify, asegurando que su incorporación es un proceso irreversible que lo que pone sobre el tapete es, más bien, la necesidad del uso de la tecnología por parte de los conductores tradicionales de pasajeros.
"Éste es un cambio tecnológico, estructural; es una forma de contacto entre el pasajero y el conductor mucho más eficiente, mucho más cercana y de mucho menor costo. Por eso es un problema más grave que simplemente una competencia (a los taxistas)", opinó Errázuriz en El Primer Café de Cooperativa.
"Esta plataforma pone en contacto al proveedor con el pasajero en forma mucho más inteligente, en el momento y en el futuro. Permite decirle (al conductor): 'No recorras la ciudad, el cliente está allá', y lo lleva automáticamente. Además, permite que el cliente evalúe el conductor en forma continua, en cada viaje. Por eso yo digo que es un cambio industrial", insistió el ex secretario de Estado.
A juicio del ingeniero, en el actual escenario "el Ministerio (de Transportes) tiene un rol muy importante", pero no respecto de la prohibición, sino en "ayudar a los taxistas tradicionales a incorporarse en este proceso tecnológico para que no nos pase lo de Lota, que se queda sin carbón y la gente sólo sabe producir carbón y tenemos un problema social súper grande".

"La historia va a llevarnos allá"
"Mi llamado es a ver cómo ayudamos a los taxistas tradicionales a transformarse. Hoy día, a tiempo, preocupémonos de la tecnología antigua, tradicional, para que se traspase a esta nueva forma, porque es la única que va a ser exitosa", subrayó.
"Que el Ministerio se dé cuenta de que ésta es una realidad, ayude a los taxistas a incorporarse a esta tecnología. Esto sucede sólo en Santiago, es una proporción menor (de conductores), está recién partiendo y, por lo tanto, está a tiempo el Ministerio de darse cuenta que tiene que ayudar a los taxistas a transformarse, porque lo que no es posible -porque no va a suceder- es (impedir) que un ahorro de costo tan grande, una calidad de servicio tan superior, una fiscalización tanto mayor que es Uber" esté al alcande de los usuarios.
"La historia va a llevarnos hacia allá (...) Hay oportunidades muy grandes" y proscribir a Uber "es como tratar de prohibir internet para que el fax siga vivo", metaforizó, reiterando el concepto que había instalado la semana pasada en una entrevista en el diario La Tercera.