Xabier Azkargorta: El "Bigotón" que pasó de la gloria en Bolivia a una pesadilla con la Roja
El técnico falleció a los 72 dejando un legado, sobre todo en el combinado albiverde.
Carismático y con un bigote que marcó buena parte de su carrera, como entrenador, el técnico español Xabier Azkargorta falleció este viernes a la edad de 72 años dejando un legado sobre todo en el fútbol bolivano.
Conocido afectuosamente como "El Bigotón", nació en Azpeitia, en el corazón del País Vasco, y tuvo una trayectoria singular que lo distinguió en el mundo del fútbol dado que además de su pasión por el balompié, era licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona, una faceta que, según él, le ayudó a comprender mejor el cuerpo humano y a ser un mejor entrenador.
Su carrera como futbolista fue breve, viéndose truncada por una lesión de rodilla a una edad temprana. Sin embargo, su vocación como técnico se manifestó pronto, convirtiéndose en el entrenador más joven en dirigir en la Primera División de España con tan solo 29 años, al mando del RCD Espanyol.
Su recorrido por los banquillos españoles incluyó también Real Valladolid, Sevilla FC y CD Tenerife.
El sueño mundialista de Bolivia y la pesadilla en la Roja
En 1993, Azkargorta asumió el desafío de dirigir a la selección boliviana, un equipo que no había logrado clasificarse para un Mundial por mérito propio. Con una filosofía centrada en fortalecer la autoestima del futbolista boliviano y un innovador sistema de juego con tres defensores centrales, "El Bigotón" transformó al equipo y aprovechó la generación liderada por Marco Antonio Etcheverry para clasificar a Estados Unidos, una hazaña que permanece como el mayor logro del fútbol de ese país.
En el camino, consiguió una memorable victoria por 2-0 sobre un invicto Brasil en La Paz. El propio Azkargorta recordaría en entrevistas cómo la clave fue cambiar la mentalidad del jugador boliviano, haciéndole creer en sus propias capacidades. "No se puede ser futbolista a ratos, hay que serlo siempre", dijo en una oportunidad.
Tras su exitoso paso por Bolivia, Azkargorta también dirigió a la selección de Chile, donde los resultados oficiales no le acompañaron y su salida del equipo chileno dejó una frase para el recuerdo: "Espero que una vez muerto el perro, se acabe la rabia".
"El Bigotón" también tuvo experiencias en el fútbol de Japón, con el Yokohama Marinos, y en México, al frente de las Chivas de Guadalajara. Regresó en varias ocasiones a Bolivia para dirigir a clubes como Bolívar, Oriente Petrolero, Sport Boys y Atlético Palmaflor. Con Bolívar, alcanzó las semifinales de la Copa Libertadores en 2014, otra campaña memorable en el fútbol sudamericano.
Quienes lo conocieron destacan su visión estratégica, su liderazgo y una personalidad que combinaba la exigencia con un profundo sentido humano. El apodo de "Bigotón" se lo pusieron sus propios jugadores en Bolivia, en medio de la euforia de la clasificación, algo que él siempre consideró un honor.