China Hoy: El hidalgo de Cervantes baila en Beijing
La Compañía Nacional de Danza de España lleva a China el ballet Don Quijote.
- Este es un artículo de la revista China Hoy, que puedes leer completo en este enlace gracias al acuerdo con Efecto China.
"Quizá lo que más claramente se pueda decir sobre el Quijote es que es un libro escrito desde, por y para la lectura [...] El polvo que deposita la sucesión de lecturas suele convertir el texto original en un crustáceo con caparazones difícilmente despojables". Estas palabras cristalizan una de las conclusiones del profesor Juan Carlos Rodríguez, uno de los mayores expertos en la obra cervantina, en su ensayo El escritor que compró su propio libro. Lo que nutre el mito del Don Quijote es, precisamente, que se presta a ser interpretado, es decir, a ser alterado. Prueba de ello es la vasta biblioteca de literatura académica que sigue poniendo a dialogar distintas ideas sobre el clásico.
En China, la primera traducción del Don Quijote fue realizada por Lin Shu en 1922. Sin embargo, no fue hasta 1978 que se realizó la primera traducción directa del castellano. Desde entonces, el Quijote se ha convertido en la obra más traducida al chino, "con un total de 193 versiones, de las cuales 74 son traducciones y adaptaciones y 119 son ediciones infantiles y juveniles", como exponen los investigadores Ma Xinjie y Sergio Villén Higueras en una publicación académica al respecto. Según los autores, la huella de la obra de Cervantes también se encuentra en obras canónicas de la literatura moderna china como las de Lu Xun.
Cabe recordar que el propio Cervantes no se tomaba en serio la literalidad del Quijote. Él mismo escribió no haber estado seguro del nombre del hidalgo ni del lugar donde había nacido y vivido. Además, el libro está atravesado por varios "errores", como la desaparición y aparición del asno de Sancho y de otros personajes.

Sería difícil encontrar a alguien en España que no pueda decir algo sobre el Quijote. Así y todo, solo algo más del 20% de los españoles lo ha leído y el 40% jamás abrió una de sus páginas. Pero el Quijote es una obra que, como señala el profesor Ernesto Castro en una de sus clases, en España se aprende por osmosis porque es un mito que trasciende al propio libro.
Este es el caso de Don Quijote, la pieza de ballet en tres actos que la Compañía Nacional de Danza (CND) llevó en octubre de 2025 a China, añadiendo un caparazón más al mito de la obra cervantina. Coreografiada por José Carlos Martínez, inspirada a su vez en las versiones de Marius Petipa y Alexander Gorski y acompañada por la composición de Ludwig Minkus, la obra fue originalmente estrenada en Rusia en 1896. Para el coreógrafo español fue importante "mantener la estructura de la obra". Aun así, quiso "dibujar a un Quijote más enfrascado en su búsqueda del amor perfecto, encarnado en Dulcinea".
"Tomamos una parte muy pequeñita del libro –las bodas de Camancho–, en la cual se inspira la versión de Petipa. Lo que hacemos ahora ha sido desarrollado por medio mundo, haciendo versiones y versiones y versiones. Yo llevo un año en esta compañía y hemos querido traer el Quijote porque es una obra representativa española", señaló Muriel Romero, directora artística de la CND, tras la presentación del ballet en la capital china el 21 de octubre en el Teatro Tianqiao. Junto a ella acudieron al evento Mu Zongshun, subdirector del Ballet Nacional de China (BNC) y Lucía Bevia Crespo, agente promotora de la CND y presidenta de Iberarte Performing Arts Productions.
"Esta hermosa época de transición entre el otoño y el invierno inaugura la séptima temporada internacional del ballet en China. Nuestra misión siempre ha sido promover el intercambio cultural a nivel mundial a través del ballet", explicó Mu, después de agradecer sus esfuerzos a la compañía española por la enorme movilización de recursos que se requirió para hacer la gira realidad. Hablamos de 70 personas y un contenedor de cámara que han estado circulando por el país. Según Romero y Bevia, todo ello supuso un gran desafío logístico que fue posible gracias a la cooperación de las instituciones de ambos países. En total se realizaron cinco representaciones -tres en Beijing y dos en Shanghai- en que se agotaron las entradas.
"Ha sido una experiencia muy inspiradora, tanto para mí como para la compañía, viajar hasta la República Popular China y ser testigo de toda esta mezcla que existe entre tradición y tecnología, tan extrema y tan bien conectada", explicó Romero, que también tuvo la oportunidad de trabajar como profesora y dar algunas clases magistrales en ambas ciudades a estudiantes chinos. "He podido sentir en primera persona la calidad de los bailarines de aquí. Han sido alumnos muy disciplinados, serviciales y respetuosos. Los he notado ahí con todos los sentidos atentos. Y un poco más educados que los españoles", añadió con media sonrisa.

El ballet nació del viaje que hizo Petipa a España con el fin de realizar varios bailes dedicados a la danza española. De esta forma, la danza clásica se transforma a través de la fusión con bailes populares de la península que también tienen su tradición en algunos países de América Latina, como el fandango, la seguidilla o el bolero. Si en el Quijote asistimos a la "quijotización" de Sancho y a la "sanchificación" del Quijote según avanza la trama, durante los tres actos de la danza, lo clásico se populariza a través de elementos como las castañuelas o las palmas. Como señalaba Martínez, no se trata de meros elementos superficiales. Al igual que ocurre con cualquier jaleo flamenco, las palmas, desde su segundo plano, a veces casi invisible, sostienen el compás del baile y la música, formando parte inseparable de la estructura.
Durante los tres actos, prácticamente todos los personajes se mantienen en el escenario, invitando a los ojos a desviarse de la trama principal para detenerse en las pequeñas historias secundarias que suceden alrededor de los protagonistas. La mirada se puede distraer en los márgenes y regresar enriquecida a la historia, tal como sucede en muchas partes del Quijote, donde al autor abandona durante varias páginas al famoso dúo, integrando una multitud de géneros, como la novela pastoril. La mezcla es la esencia tanto de la obra cervantina como de este ballet, que se atreve hasta a romper la cuarta pared, entregando invitaciones de boda a parte del público.
Para Romero, la improvisación y la experimentación no son solo parte del teatro en su visión artística, sino una forma de vida. "Yo llevaba 20 años en una compañía independiente en la que he trabajado con científicos e ingenieros en proyectos europeos y he creado mi propia tecnología. Creamos nuestro propio software y desarrollamos instrumentos, con los cuales, a través de sensores, podemos capturar y traducir las diferentes cualidades del movimiento en sonido, luz e imagen", explicó.
La trama en tres actos narra la intervención del Quijote en un conflicto provocado por un padre que quiere casar a su hija, Quiteria, con el noble ricachón Camacho. Sin embargo, esta está enamorada de Basilio, un amigo de la infancia. El hidalgo decide intervenir en este conflicto en defensa de los jóvenes. "Este ballet mantiene las esencias de pasión, perseverancia y la anteposición de los ideales que encontramos en el Quijote", señaló Bevia. "Es una adaptación que también corporeiza a Dulcinea". De todas las virtudes de este señor loco a lo largo de su obra, la defensa del amor y la empatía son quizá dos que merece la pena atesorar en estos tiempos veloces.
Lin Shu, en la primera traducción que se hizo del Quijote en China, decidió cambiar numerosos detalles de la trama para acercarla al pueblo chino. Seguramente gracias a ello tuvo una gran recepción. De la misma forma, este ballet traduce y codifica la sincronía lingüística de la obra cervantina en una danza que logra contarnos una historia en la que todos los cuerpos coordinados sobre el escenario se vuelven uno con la música y hacen resonar diversas facetas del mito de Cervantes.