La declaración del jueves de culpabilidad por parte de los diez detenidos por espiar en Estados Unidos para Rusia permitió el inicio del mayor canje de espías entre Washington y Moscú desde el fin de la Guerra Fría.
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| Dibujo del juicio donde los 10 ciudadanos rusos se declararon culpables de espionaje. (Foto: EFE) |
Los detenidos en varios puntos del país por participar en una red de espionaje aceptaron un acuerdo con la Fiscalía estadounidense por el que se declaraban culpables de los cargos impuestos y aceptaban ser deportados a Rusia, un movimiento que recordó a la época de enfrentamiento entre EE.UU. y la extinta Unión Soviética.
"A nadie le debería sorprender que aún queden en pie algunos vestigios del pasado y que Rusia tenga activo su servicio de inteligencia", dijo tras el anuncio del canje de espías un alto funcionario del Gobierno de EE.UU., que aseguró que ese desenlace muestra "el buen funcionamiento del contraespionaje estadounidense".
La misma fuente de la Administración del presidente Barack Obama señaló además que la declaración de culpabilidad de los detenidos es "un gran logro en términos de seguridad nacional" al haber conseguido desarticular "una banda de agentes que habían podido operar libremente en Estados Unidos".
"Hemos demostrado la fortaleza de nuestro servicio de inteligencia y eso debería funcionar para el futuro como un aviso a cualquier otro Gobierno que quiera llevar a cabo una operación similar (a la de los agentes rusos)", añadió la fuente.
El resultado de la colaboración permitirá que, en un plazo de 72 horas, los 10 detenidos se trasladen desde Nueva York a Rusia, y que Moscú libere a cuatro personas, cuya identidad no ha sido divulgada, que cumplen condenas en ese país por delitos de espionaje y que en varios casos tienen una salud delicada.