Gino Cortés está "contento" por el rescate de sus compañeros, pero se siente "abandonado"

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Autor: Cooperativa.cl

Este minero empleado en San José fue el que el 3 de julio perdió una pierna en un accidente laboral.

Según dijo, el Gobierno no lo ha ayudado y los dueños del yacimiento tampoco.

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Gino Cortés, empleado de la compañía Minera San Esteban que en julio pasado perdió una de sus piernas en un accidente en el yacimiento San José, dijo el lunes a la Agencia EFE que, aunque está "contento" por estar con vida y por el inminente rescate de sus 33 compañeros, se siente "abandonado" y con "temor" respecto de su futuro.

"Yo igual estoy contento, porque salí con vida", pero al mismo tiempo "abandonado, por todas las ayudas que les han dado" a los 33, mientras "a mí me han dejado de lado", dijo el trabajador, que asegura estar aferrado a Dios y a su familia para enfrentar con ayuda psicológica un incipiente estado de depresión.

Descartando cualquier posible resentimiento hacia los atrapados, Cortés dijo estar orgulloso de ellos, pues los conocía casi a todos, y se asombra de que pudieran sobrevivir los primeros días "sin enloquecer adentro, a pesar de no tener ninguna noticia del exterior".

Incierto futuro

Gino Cortés, de 40 años, perdió parte de su pierna izquierda cuando el pasado 3 de julio, mientras se dirigía a pie a descansar al refugio donde ahora se encuentran los 33, se le vino encima una roca de dos toneladas.

Ese accidente lo dejó en una precaria situación económica e incapacitado de por vida para volver a ejercer su oficio. Según precisó al respecto, el Gobierno no se ha ocupado de su caso, los dueños de la mina ni siquiera lo han llamado y ahora subsiste con una pensión de 300.000 pesos, con la que tiene que alimentar a su mujer y a sus tres hijos, la más pequeña nacida el pasado 1 de septiembre.

Ahora, Cortés ve con "temor" su futuro y sólo espera que esto sea "una lección" para mejorar la seguridad laboral en nuestro país.

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El trabajador dijo estar "orgulloso" del valor de "los 33".

"Con una fiscalización legal, esta mina no hubiera estado funcionando. De ahí para atrás todos tienen algo de culpa, por mi accidente y por el de mis compañeros", dijo el trabajador, recordando que el lugar en el que cayó la roca "tenía que estar fortificado, y no lo estaba".

Su historia, en principio, pasó inadvertida, y no fue sino hasta un mes después de ocurrida, cuando un derrumbe atrapó a sus 33 compañeros, que se evidenciaron las escasas medidas de seguridad de ese yacimiento, con malas condiciones de ventilación y sin ninguna vía de escape.

"Esta fue la peor mina en la que me tocó trabajar", declaró este obrero, con diez años de experiencia a cuestas, que ya inició acciones legales contra los dueños del yacimiento.

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