El titular de la OEA indicó que debe ser respaldado por hechos y no por palabras.
Además, señaló que su gran reto es erradicar la pobreza y la desigualdad.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, pidió a los países miembros un mayor compromiso guiado por los hechos y no sólo por las palabras con el sistema interamericano de DD.HH.
En una sesión protocolaria del Consejo Permanente para celebrar el 50° aniversario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el 30° de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), Insulza afirmó que el mejor homenaje "es hacer que este sistema autónomo sea primero acatado por todos y respaldado después por todos no solamente de palabra, sino también por hechos".
"Debemos ser capaces de hacer el compromiso de respaldar, fortalecer y engrandecer el sistema interamericano de derechos humanos, que es una pieza fundamental de la democracia en nuestro continente", señaló el titular de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Insulza reconoció que el sistema "no es completo", porque puede ser mejorado y porque no todos los países miembros han firmado o ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos, que fue aprobada hace 40 años y que entró en vigor en 1978, ni tampoco todos acatan las decisiones de la CIDH y de la CorteIDH o reconocen la jurisdicción de este último organismo con sede en Costa Rica.
Lucha contra la desigualdad
Pese a ello, el sistema interamericano de DD.HH. logró "grandes avances" desde su creación en los Estados miembros de la OEA, afirmó Insulza, quien sostuvo que la CIDH ha extendido la protección de los derechos humanos "a decenas de miles de ciudadanos" en los últimos 50 años.
Entre sus grandes logros destacó la derogación de las leyes de amnistía, de las leyes sobre delitos de desacato, sus esfuerzos por garantizar el derecho al acceso a la información, del debido proceso y la participación política de los pueblos indígenas, entre otros.
Como gran reto para los Gobiernos latinoamericanos y el sistema interamericano de derechos humanos citó la erradicación de la pobreza y de la desigualdad.
"Nuestras democracias muestran importantes progresos institucionales y materiales (...) pero existe una desigualdad profunda", señaló Insulza, quien calificó los índices de pobreza en la región de "inaceptables".
