La aventurera historia del hombre que enterró whisky y coñac hace 100 años en la Antártica

Ernest Shackleton logró varias marcas durante sus expediciones, sin embargo, nunca alcanzó su sueño.

Cinco cajas de whisky y coñac fueron encontradas en la Antártica por una expedición neozelandesa, luego de que fueran enterradas a principios de 1900 por el explorador británico Ernest Shackleton.

Las cajas, pertenecientes a las marcas Chas McKinlay & Co y a The Hunter Valley Distillery Limited Allandale significaron un "descubrimiento increíble", aseguró Al Fastier, de la Sociedad para la Conservación del Patrimonio Histórico de la Antártica de Nueva Zelanda.

Ernest Shackleton, propietario original de las cajas encontradas, fue un explorador aventurero que reiteradamente intentó conquistar el Polo Sur entre 1901 y 1916.

Su primer viaje a la Antártica lo realizó con la expedición Discovery. Allí en 1902, Shackleton se dirigió a pie en dirección al Polo Sur, donde logró avanzar hasta el paralelo 86°16', marca nunca antes alcanzada. Sin embargo, tras enfermarse de escorbuto debió abandonar su misión y alejarse de su sueño.

En 1907 decidió retomar la aventura, pero en esta oportunidad con la expedición Nimrod creada por él. Así, emprendió su viaje con un único objetivo: alcanzar el Polo Sur.

Lograron cruzar lugares nunca antes pisados por el hombre. Y su gran triunfo fue registrar una nueva marca cuando alcanzaron el paralelo 88°23' en 1909. Pero su sueño aún no se cumplía, y a tan sólo 180 kilómetros de su objetivo real, debieron regresar.

Shackleton, pese a su derrota personal, fue recibido como héroe en Gran Bretaña gracias a sus logros, por lo que el rey Eduardo VII lo nombró Sir.

Con ayuda chilena

Entre 1914 y 1916 emprendió una nueva expedición junto a otros 22 hombres. Con su sueño intacto emprendió rumbo a la Antártica a bordo del barco Endurance, el mismo que quedó atrapado en el hielo de la Bahía Vahsel, cerca al Mar de Weddell.

Para no morir en el lugar, decidieron realizar un peligroso viaje en trineo hasta las Islas Piloto Pardo. Allí reconstruyeron un pequeño bote. Cuando lograron llegar a Punta Arenas solicitaron ayuda al Gobierno chileno, que envió al buque Yelcho para rescatar a sus compañeros de aventura.

Shackleton abandonó su sueño de conquistar el Polo Sur, pero no sus ansias de viajar. Por ello, en 1921 embarcó nuevamente con la intensión de cartografiar la Antártica con mayor precisión. Sin embargo, a bordo de esta nueva expedición, en 1922, un infarto le quitó la vida al incansable exlplorador.