La seguidilla de sismos ha afectado al turismo en las regiones del Maule y Biobío.
Este lunes se fiscalizan recintos hospitalarios ante eventuales nuevas réplicas.
Más de 80 sismos de distinta magnitud se han registrado en la región del Biobío tras la réplica de 6,9 grados Richter que afectó a la zona en la tarde del pasado viernes y que causó alarma en la población.
El fin de semana una serie de movimientos telúricos afectaron a la zona centro-sur del país, mientras que durante la madrugada de este lunes nuevos sismos se registraron en la región del Maule y en el Biobío, principalmente.
Esta seguidilla de temblores ha afectado al turismo en estas dos regiones, donde el recambio de veraneantes no ha cambiado mucho el panorama.
Esto porque el temor a futuras réplicas, sobretodo en el borde costero, ha alejado a los turistas y repercutido en el comercio.
Balnearios como Iloca, Dichato y Pelluhue, por ejemplo, han presentado bajas considerables en los visitantes, cuya tendencia es sólo ir por el día a dichas playas.
Jeanette Martínez, dueña de una hostería en Iloca, comentó que "los veraneantes han bajado y nos hemos visto afectados por la escasez de turistas, pero Iloca está absolutamente en condiciones, con toda su capacidad hotelera".
Por su parte, Ludwig Reyes, en Pelluhue, comentó que "el turista que tenía casas de veraneo, que eran casas preferentemente de instituciones fiscales, son la gente que no ha venido y antes estaban copadas".
En tanto, Víctor Aguayo, propietario de "Cabañas Aguas Frías" en Dichato, relató que "llegó el mes de febrero y el día 8 comenzó a levantar bruscamente y tuvimos una muy buena concurrencia, pero llegó el terremoto (de 7 grados Richter el 11 de febrero) y la gente desapareció de acá".
Sin embargo, el vicepresidente de la Sociedad Chilena de Psicología de las Emergencias y Desastres, Rodrigo Molina, explicó que la medida que sigan existiendo temblores sin mayor consecuencia de desastre es positivo, porque la gente lo mantiene en la memoria y, por lo tanto toma, medidas más efectivas", aseguró
En tanto, la Oficina Nacional de Emergencia del Biobío fiscaliza recintos hospitalarios para prevenir colapsos en caso de eventuales réplicas ante la alerta de la población.
