La instalación creada con fibra de vidrio es una propuesta de la artista visual Ángela Ramírez Sanz.
La obra "Lloratorio público, un lugar posible para llorar y pensar" ha llamado la atención entre quienes caminan por la Alameda, específicamente frente a la Casa Central de la Universidad de Chile.
La propuesta de la artista visual Ángela Ramírez Sanz es una réplica a escala 1:1 del pedestal del monumento al fundador y primer rector de la Universidad de Chile, Andrés Bello; y fue instalada a su lado.
"La idea de este trabajo es recuperar el espacio clausurado del pedestal y abrirlo a un uso público; recuperar ese espacio cerrado y disponerlo como espacio posible y seguro para llorar en la vía pública, problematizando el pedestal al revertir su función metafórica", explicó Ramírez.
"Así, la obra abre un espacio posible en el flujo de la ciudad y agencia un espacio para los cuerpos cansados y deprimidos que requieren un respiro para llorar antes de llegar al domicilio", agregó la artista.
Ángela Ramírez Sanz relata que este proyecto surgió desde un acontecimiento que vivió en la vía pública: "Hace un tiempo encontré en la esquina de una calle a una mujer peruana llorando amargamente. Era tanto su llanto que me acerqué para preguntarle si podía hacer algo por ella".
"Sólo necesito llorar (...) No puedo llegar así a mi casa, ya que allí están mis hijos y mi madre", le respondió la mujer entre lágrimas.
De ese encuentro con dicha mujer en la calle surge el interés en esta problemática. "Esta trabajadora no contaba con un lugar seguro y tranquilo para llorar. Me sentí una impertinente por interrumpirla, pero el espacio público nos expone a través de otras y otros", contó.
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