Nivia Palma: Tengo la convicción más absoluta que Yin Yin no era hijo de Gabriela Mistral

Nivia Palma.

La directora de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), Nivia Palma, sacó su lado "mistraliano" y cuestionó los dichos de la fallecida Doris Dana en el documental de Luis Vera, donde asegura que Yin Yin, uno de sus sobrinos, es verdaderamente hijo de la poetisa.

"Yo personalmente he visto los documentos, los cerificados de nacimiento, los documentos más íntimos de Gabriela y de eso queda clarísimo que Yin Yin no era hijo de Gabriela", dijo la directora de la Dibam en Una Nueva Mañana.

Palma agregó que "de la materia que yo he conocido y yo he tocado, tengo la convicción más absoluta que Yin Yin era su sobrino, aún cuando para ella era su hijo".

"No hay ningún documento que pueda acreditar una cosa distinta", añadió.

A los libros ya publicados sobre educación, el de fotografía inédita y las cartas a Doris Dana, Palma adelantó que este año se publicarán dos textos más sobre "todo su discurso político o más social" y otro de misivas, esta vez "con su amiga mexicana Laura Rodig".

"Creo que aun no hemos conocido en profundidad la obra poética la obra ensayística de Gabriela y que pasan muchos años por conocer a esta gran intelectual", señaló la directora.

Nivia Palma se refirió también a la disputa sobre la reforma a la Ley de Propiedad Intelectual y explicó que la postura de la Dibam es que "el derecho a la cultura de todos no puede ser en base al perjuicio de los creadores de los productos culturales".

"El derecho a la cultura de cada ciudadano tiene que ser ejercitado con la colaboración de la sociedad y los estados, por tanto nuestra postura frente a los temas es que debe combinarse adecuadamente el derecho de propidad intelectual con el derecho a la cultura de la ciudadanía", indicó.

Ain embargo, aclaró que "quienes ganan dinero con internet son los grandes distribuidores del mundo que son dos o tres empresas que por lo demás su propietarios son los hombre con mayor dinero del mundo".

"Por tanto al final no es el joven el que debiera pagar, sino que las grandes empresas que lucran con internet", sentenció.