Tras abandonar en diciembre la Cámara Chilena del Libro, crearon la Corporación del Libro y la Lectura.
Penguin Random House, Planeta, Ediciones B o Zigzag son parte de la nueva agrupación.
Filsa, máximo referente de la Cámara, deberá enfrentar un complejo panorama para esta nueva versión.
A fines de diciembre de 2015, varias importantes editoriales como Penguin Random House, Planeta, Ediciones B o Zigzag abandonaban la Cámara Chilena del Libro acusando "falta de representatividad".
Alejandro Melo, presidente del gremio explicaba en su momento la salida argumentando que el hecho se debió al envío "no autorizado" de cartas a nombre de la Cámara cuestionando el proceso de licitación de textos escolares del Ministerio de Educación, "pasando a llevar los estatutos y el espíritu de trabajo" de la entidad gremial.
"Son situaciones puntuales que no cambiarán el rumbo que este Directorio se ha fijado en torno a trabajar, junto a todos sus asociados, por la industria del libro y el fomento de la lectura", explicaba Melo, restándole dramatismo a la salida.
Meses después del quiebre, la situación se ha complejizado aún más: hace algunas semanas, los disidentes formaron la Corporación del Libro y la Lectura.
"No creemos que el único referente sea la Filsa"
"Hay que sincerar, la Corporación nace desde un conflicto. Se podría plantear de manera más dulce, pero se dividió la Cámara", comentó a La Tercera Pablo Dittborn, parte del directorio de la nueva Corporación, y ex Quimantú, Random House.
"Yo me atrevo a decir que en la Corporación ahora están por lejos los libros más vendidos de Chile y la mayoría de los escritores nacionales", agregó.
Creada en 1950, la Cámara Chilena del Libro fue creada con el propósito de promover y difundir el libro, además de organizar ferias y encuentros literarios, siendo el principal referente hace varios años, la Feria Internacional del Libro de Santiago, Filsa, que éste año enfrentará un complejo escenario sin el compromiso total de las principales editoriales del país.
"No creemos que el único referente sea la Filsa, hay mucho por hacer. Queremos realizar estudios sobre el estado del libro y la lectura. Al no existir estos análisis se toman medidas arbitrarias", finalizó Dittborn.
Paralelamente otras dos agrupaciones, Editores de la Furia y Editores de Chile, siguen creciendo y no participarán en Filsa 2016.
