El escritor brasileño Thiago de Melo y el hijo mayor del pintor Oswaldo Guayasamín llegaron este jueves a Chile, un día antes del comienzo de las actividades oficiales con que se conmemorará el nacimiento del Premio Nobel 1971.
Este jueves llegaron a Chile el escritor brasileño Thiago de Melo y Pablo Guayasamín, presidente de la fundación que lleva el nombre de su padre, el fallecido pintor Oswaldo Guayasamín. Se trata de dos de los tres invitados internacionales a todos los actos oficiales que se desarrollarán en nuestro país en conmemoración de los 100 años del nacimiento de Pablo Neruda.
El poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal perdió el vuelo que lo traería a Chile y su llegada se retrasó hasta este viernes. Los tres forman parte del comité de honor que acompañará al Presidente Ricardo Lagos en actos como el que se desarrollará en Parral el próximo 12 de julio.
Además, estarán presentes en la "Semana Nerudiana", evento que comienza este viernes en la Estación Mapocho y que combinará literatura, danza, plástica, entre otras disciplinas y cuyo acto central contempla una gala el mismo día en que Neruda hubiese cumplido 100 años.
Durante un encuentro con la prensa, Thiago de Melo se emocionó al recordar los años de amistad y la muerte del Premio Nobel 1971, a quien conoció cuando se desempeñó como agregado cultural en Chile.
Relató que estando en Temuco recibió un llamado de Nemesio Antúnez, para que viajara con urgencia a Isla Negra, ante la inminente muerte del poeta.
Señaló que una vez que llegó a su lecho, Neruda lo miró y le dijo "compañerito y quiso sonreír pero no era más su sonrisa (...). La máscara de la pálida ya estaba en su rostro".
"En este instante en que en Chile, más de 100 países conmemoran con alegría el nacimiento de este poeta universal yo aviso que estoy tan feliz como en el instante en que nos encontramos por primera vez y quiero decir aquí hoy, que Neruda nos ha enseñado a todos que sobrevivir es por ventura un arte, muy bella forma de vivir", añadió.
Por su parte Pablo Guayasamín definió al literato chileno como "uno de los grandes hombres de la humanidad", rememorando su padre también mantuvo una relación de amistad con el vate.
