El creador del programa literario "Off the Record" contó a Cooperativa.cl cómo era el fallecido Premio Nacional de Literatura.
Este jueves 23 de enero, se conoció la muerte de Armando Uribe, poeta, ensayista y abogado, que recibió el Premio Nacional de Literatura en 2004. Fue un reconocido opositor a la dictadura de Augusto Pinochet y se fue a los 86 años.
Más allá del gesto adusto y la sonrisa escuálida, el Uribe íntimo era muy distinto al de las fotos. En conversación con Cooperativa.cl, el periodista Fernando Villagrán recordó su obra, críticas al sistema chileno y cómo era su vínculo con los jóvenes.
Estos son algunos párrafos destacados.
"Fue un artista que marcó décadas y que en el último tiempo se fue transformando en un relato de una tremenda memoria, que fue escribiendo en su aislamiento por problemas de salud, por su cigarro infinito de tantos años"
"Se dedicó diariamente a escribir cuadernillos de relatos, de poesía. Algunas fueron publicadas y otras van a seguir publicándose. Cumplió con escribir hasta la muerte".
"Creo que su vida cambió mucho con la desaparición de su compañera de siempre, quien murió antes de tiempo. Eso lo marcó bastante en lo sentimental, en apegarse a lo familiar, a sus hijos, nietos".
"En lo personal, para mí fue un personaje inolvidable, con quien nos reuníamos una vez al año, en una conversación muy larga. Le agradezco mucho a la vida, porque estos personajes no se encuentran todos los días".
"Su obra recibió el reconocimiento que se merecía como Premio Nacional, pero como ocurre con los personajes que no están asociados a la elite, fue muy crítico desde hace mucho tiempo con lo que sucedía en el país, en el mundo".
"Sus críticas fueron tan anticipadas que parecían una cierta obsesión, pero con el paso del tiempo lamentablemente anticipó una crisis que no sólo se vive en Chile y en el resto del planeta. Parecía un profeta desubicado, pero ahora se marca vigencia las críticas a un sistema que hacía agua por todos lados".
"Desde el punto de vista, literario y humano, y por su aporte al debate nacional es un gran personaje que merece todo el reconocimiento. Es de los que mantuvo una línea muy fuerte en la prosa y en la poesía".
"Era un tremendo conversador, con mucha lectura. Se mantenía muy informado de lo que pasaba en el mundo. Para los que lo miraban de lejos, parecía un personaje hosco, agresivo, soberbio, pero era una persona muy entrañable".
"Muchos jóvenes deben estar consternados por su partida porque mucho poetas jóvenes lo visitaban y él les daba tiempo, mientras la salud se lo permitió".
"Este personaje, siempre vestido de negro, se prestó a ciertas aventuras que eran impensables como una película que filmó simulando lo que pasaría con su muerte. Fue grabado dentro de una carroza antigua de caballo".
"Parecía muy frío, lejano, pero tenía un sentido del humor que no se expresaba en una risotada, sino una ironía, una agudeza en la conversación que lo hacían entrañable".
"Tenía algunas obsesiones, como los temas religiosos, invitaba a la discusión, pero era muy drástico en lo que creía, pero no lo alejaba de la vida contemporánea. Si los jóvenes algo apreciaban era conversar con este viejo que parecía tan arisco, tan duro".
