Andrés Merino es pieza vital en la sub 17 de los choreros.
Este zaguero oriundo de Caleta Lenga comenta que sale a trotar todos los días en la playa, después de entrenar.
"En Naval entrenamos con harta fuerza, aunque no tengamos tantos recursos como en otras partes", confieza Merino.
La historia de Andrés Merino es la de un joven de esfuerzo. Este futbolista de 17 años es oriundo de la Caleta Lenga (en la comuna de Hualpén), y todos los días viaja hasta Talcahuano para entrenar junto a los jugadores cadetes de Naval.
Y después de ello, vuelve a su hogar para seguir practicando por su cuenta en la playa cercana a su casa: "Ahí me quedo haciendo juego con el balón, mientras corro por la arena", relata.
"Me he esforzado mucho para estar acá en Naval. Mis padres están muy orgullosos de lo que estoy haciendo. Es que en verdad, lo que más quiero es que me vaya bien para sacar a mi familia adelante", cuenta el "5" de los "choreros".
Consciente de que el comienzo del Campeonato de Clausura de la categoría no ha sido positivo para su escuadra (Naval suma dos derrotas en igual cantidad de partidos), Merino igual se muestra orgulloso del trabajo realizado por él y sus compañeros: "Nosotros entrenamos con harta fuerza, aunque no tengamos tantos recursos como en otras partes. En general, la garra que le ponemos es lo que nos destaca como equipo".
De todas formas, este central se ha visto muy feliz por la última noticia que recibió de parte de su cuerpo técnico: "Me dijeron que si seguía trabajando con las mismas ganas con que lo he hecho, me iban a subir al primer equipo. Para mí, eso sería increíble y también significaría un premio muy lindo para mi familia".
