Realizadores del documental acusan censura tras no poder exhibirlo.
La cinta ha tenido dificultades para presentarse en TVN, ARTV y el Museo de la Memoria.
Ignacio Agüero y Fernando Villagrán, realizadores del documental que narra el rol que jugó el diario El Mercurio en la dictadura, "El diario de Agustín", conversaron en Una Nueva Mañana sobre los hechos que consideran de censura hacia su obra.
La cinta, que comenzó como una investigación periodística de estudiantes de la Universidad de Chile, busca mostrar "cómo El Mercurio mintió, ocultó, deformó la información para ocultar los crímenes, ese era el objetivo preciso de la distorsión de la noticia", explicó su director, Ignacio Agüero.
Sin embargo, tras mostrar en pantalla diferentes actores políticos y sociales del período que incluso justificaron los crímenes ocurridos, posiciona a El Mercurio como "un promotor de la violación de los derechos humanos", señaló su productor Fernando Villagrán.
Estos hechos, comentaron, explicarían la "censura" que han vivido, ya que "la clase política le rinde pleitesía a este especie de rey que tiene Chile", aseguró Agüero.
"La clase política ha tenido una actitud de entrega olvidando cosas fundamentales, que son la impunidad de los civiles en los crímenes de la dictadura", complementó.
Los realizadores expusieron que mientras Televisión Nacional acordó en 2010 exhibir en tres oportunidades el documental, a tres años del acuerdo aún no se ha exhibido su estreno. Por su parte, ARTV, que en forma de especial mostró todos los títulos de Agüero, tampoco emitió la cinta, supuestamente por pedido de su director Luis Venegas. Un tipo distinto de "acto de censura" se vivió, según sus realizadores, en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, donde sí se proyectó el documental, pero se bajó un panel de discusión al respecto, por desacuerdos entre los realizadores y el director del establecimiento.
"Creo que el Museo perdió la oportunidad de cumplir su misión, que es poner los temas y discutirlos. Para discutir, cualquier cosa no puede tener nunca ningún problema en ningún lugar, más aún en el Museo de la Memoria. El problema es que no se dan cuenta que al hacer esos pequeños actos de censura, lo que hacen es hacer crecer la película y las ganas de discutir, entonces actúan en contra de sus propios intereses", apuntó Ignacio Agüero.
