"The ghost writer" ha tenido una buena acogida por parte de la prensa especializada.
La película es una de las 20 que buscan llevarse un Oso de Oro.
La última cinta de Roman Polanski, "The ghost writer", toma la delantera en la carrera por el Oso de Oro del Festival de Berlín y disfruta de las buenas críticas luego de su proyección en el certamen.
El director de 76 años, bajo arresto domiciliario en su chalet de Gstaad, dirige el thriller político basado en una novela de Robert Harris y que es uno de los 20 filmes que optan al Oso de Oro a la Mejor Película, premio que Polanski ya ganó en 1966 con "Callejón sin salida" ("Cul-de-Sac").
Según la crítica especializada, el hecho que la post-producción del film se realizara mientras Polanski estaba en una prisión suiza y, después, bajo arresto domiciliario no influye en el éxito, sino que el trabajo sus protagonistas Pierce Brosnan, Ewan McGregor y Olivia Williams, quienes, en ausencia de Polanski, se encargaron de presentar la película.
"Con este thriller enormemente agradable y satisfactoriamente enrevesado demuestra exactamente por qué es una fuerza que tiene que ser considerada", escribió Wendy Ide en el diario Times y agregó que "Desde la primera escena está claro que Polanski tenía el control completo, ya fuera o no que estuviera tras las rejas cuando la terminó".
Peter Bradshaw, del diario The Guardian, dijo que "esta es la película más amena en años, una pesadilla Hitchcockiana con una sensación persistente de perturbación en el estómago, llevada con confianza y estilo".
Kirk Honeycutt, de The Hollywood Reporter, describió la película sobre un desacreditado primer ministro británico que se basa ligeramente en Tony Blair como "impecable" e "hipnótica", "pero una vez que los créditos te liberan de su control, no soporta un análisis minucioso".
