Sin embargo, la secretaria de Estado no dudó de la legalidad jurídica de la medida.
Micheline Calmy-Rey aseveró que su país "respeta los tratados".
La ministra de Relaciones Exteriores de Suiza, Micheline Calmy-Rey, admitió este martes que "quizás hubo falta de tacto" en la detención del cineasta franco-polaco Roman Polanski en Zúrich, aunque no dudó de la legalidad jurídica de la medida.
"Existe un tratado de extradición con EE.UU. y Suiza respeta los tratados", dijo Calmy-Rey, ante el club de la prensa diplomática en Berna en sus primeras declaraciones sobre el caso.
No obstante, agregó que el hecho de utilizar la invitación efectuada a Polanski por el Festival de Cine de Zúrich -que le iba a entregar un galardón a toda su carrera- para detenerle nada más aterrizar en la ciudad "demuestra una falta de tacto".
Calmy-Rey agregó que su departamento no había sido informado con antelación de la intención del ministerio de Justicia de detener a Polanski en virtud de la orden de arresto cursada por Estados Unidos en busca de su extradición.
El cineasta, de 76 años y detenido desde el sábado en Zúrich, presentó un recurso contra su arresto ante la Sala II del Tribunal Penal Federal, situado en la localidad suiza de Bellinzone.
Polanski fue detenido a su llegada a Zúrich en respuesta a la orden de búsqueda y captura presentada por EE.UU. en relación con un caso de relación sexual con una menor de 13 años ocurrido en 1977, del que se declaró culpable entonces y por el que nunca volvió a pisar suelo estadounidense.
El portavoz del Ministerio de Justicia suizo, Guido Balmer, no ha excluido la posibilidad de una libertad bajo fianza para Polanski, aunque ha subrayado que se concede raras veces en Suiza.
