El director de cine polaco señaló que algunos países como Francia y Holanda "están irremisiblemente condenados" a sufrir la violencia y el fanatismo religioso.
El director de cine Roman Polanski afirma, en una entrevista publicada este martes por el diario Rzeczpospolita que, el hombre, en principio, es una criatura buena, a pesar del actual azote del terrorismo.
"Es espeluznante lo que ocurre ahora en Europa y tengo en mente el terrorismo y el fanatismo religioso, que parecen dominar a un número cada vez mayor de países sin que tengamos una perspectiva optimista", señala Polanski.
"Mi última esperanza es que países como Polonia y otros de Europa del Este logren eludir o superar el peligro, pero me parece que otros países, como Francia y Holanda, están irremisiblemente condenados", añade el cineasta.
Respecto a su obra artística, sostuvo que seguirá con los proyectos basados en la cinta "La danza de los vampiros" (1967). "Mi película tenía como fin presentar, de manera caricaturizada, todos los horrores que aparecen hoy en el cine contemporáneo", dijo.
Pero la idea de rodar un musical fue posterior y, según reconoce el director, él nunca se hubiese arriesgado a realizarla si no hubiese tenido el respaldo de mucha gente.
"Tanto en la película, como en sus posteriores versiones musicales, introduje elementos polacos, típicos para las tradiciones y costumbres de nuestro país, como la del tabernero que pisa con los pies la col metida en un barril para que fermente", recuerda Polanski.
"Ahora estamos preparando la cuarta versión del musical 'La danza de los vampiros' y hay dos ciudades, Budapest y Tokio muy interesadas en que rodemos en ellas", explica el director.
Polanski explica que eso le preocupa un poco, porque piensa que sobre todo en la capital de Japón, le será muy difícil añadir a la fábula algún elemento típico polaco, aunque le gustaría, porque es una manera de satisfacer su nostalgia.
Agrega que, después del rodaje de una película tan dolorosa como "El Pianista" sintió un enorme deseo de hacer algo más ligero y optó por llevar a la pantalla la historia de Oliver Twist de Charles Dickens.
"El escritor nos transmitió en la historia de Twist la idea de que el hombre, en principio, es una criatura buena y yo comparto esa opinión". (EFE)
