El cineasta acudió a la justicia de EE.UU. por uso no autorizado de su imagen.
Inicialmente, exigía una indemnización por el doble de lo acordado.
Woody Allen aceptó cinco millones de dólares para desistir de una demanda en la que acusó a una compañía de ropa de haber usado sin permiso una imagen en la que el actor y director parodiaba a un rabino.
Ambas partes anunciaron el acuerdo -que pagará la compañía aseguradora de American Apparel- la misma mañana en que empezaría un juicio en un tribunal federal de Manhattan.
Allen, hizo lectura de un comunicado fuera de la corte y dijo esperar que el resultado "desaliente a American Apparel o cualquier otro siquiera de intentar volver a hacer algo así".
El presidente de American Apparel Dov Charney señaló por su parte a los periodistas que el acuerdo no fue decisión suya y que la compañía aseguradora de la empresa con sede en Los Angeles "controló la defensa" en el caso.
Woody Allen, de 72 años, demandó a American Apparel el año pasado por 10 millones de dólares por anuncios publicitarios con su imagen en Hollywood y Nueva York y en internet.
Los afiches mostraban a Allen como un judío ortodoxo en un cuadro de su película "Annie Hall", junto al texto "el santo rabino" y el nombre de la empresa en cuestión.
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| El afiche de la polémica. |
Los argumentos que se habían ventilado en la justicia
En documentos de la corte presentados en nombre de Allen, su defensa describió al cineasta como una de las figuras más influyentes en la historia del cine estadounidense para quien el control de su imagen ha sido fundamental para su éxito.
Los documentos alegaban que el realizador no había hecho comerciales en Estados Unidos desde la década de 1960, cuando era un comediante que luchaba por ganarse la vida.
Las vallas publicitarias, dice, dieron a entender falsamente que el realizador apoyaba una línea de ropa conocida por sus anuncios atrevidos en un "descarado uso indebido de la imagen de Allen".
Los abogados de American Apparel calificaron de "extravagante" la demanda de 10 millones de dólares, especialmente porque los anuncios se exhibieron apenas unas semanas.
También amenazaron con llamar al estrado a la ex compañera de Allen, la actriz Mia Farrow, y su actual esposa, Soon-Yi Previn, para mostrar que el cineasta ya había arruinado su imagen hace años con un escándalo, ya que Previn es hija adoptiva de Farrow.
Esta última protagonizó varias películas de Allen, y entabló una relación que terminó en 1992, cuando la actriz descubrió que el cineasta tenía un romance con Previn, entonces de 22 años.
