Viejos temas, los nuevos, y "Volver a los 17" escucharon los fanáticos del rockero argentino, quien mostró su clásico caótico show la noche del sábado en Santiago.
Con un espectáculo colmado de rock y talento, el argentino Charly García brindó un brillante concierto a 4.000 chilenos que lo ovacionaron la noche del sábado 3 de julio en el capitalino Estadio "Víctor Jara".
El público aguantó el retraso de una hora y media con que García salió al escenario, sabiendo que aunque tarde en llegar le cuesta irse.
"¡Aquí estoy, y qué!", exclamó la figura del rock latinoamericano ante sus seguidores, que debieron aguantar además una de las noches más frías del invierno.
Pero la espera fue recompensada con un espectáculo que mezcló las canciones de su último álbum, "Rock and roll. Yo", editado a fines de 2003, y célebres clásicos como "Demoliendo hoteles".
García abrió la presentación con las eléctricas guitarras de "El amor espera" y una versión rockera de "Confesiones de invierno", pese a que olvidó la letra.
"No sé qué me pasa", gritó e inmediatamente regaló un par de golpes al aire, que continuaron con una contundente interpretación de "Los Dinosaurios", "Yendo de la cama al living" y "Promesas sobre el bidé".
Pero tal vez, uno de los puntos más altos del concierto fue cuando el músico del bigote bicolor cantó "Volver a los 17", de Violeta Parra, lo que provocó una lluvia de aplausos entre los asistentes.
Tras ello, el rockero, que estuvo acompañado de tres músicos chilenos, Carlos González Vázquez (bajo), Antonio Silva Peña (batería) y Kiuge Hayashida (guitarra), siguió con un repertorio que incluyó "Influencia", "No voy en tren", "Parte de la religión", "Me siento mucho mejor", "Me tiré por vos" y "Llorando en el espejo", entre muchos otros temas.
"Bueno ya cumplí, ahora me retiro", dijo al cerrar el concierto y, haciendo gala de carácter polémico y conflicto que le han colgado, no dudó en arrojar en varias ocasiones los micrófonos y sacarse los zapatos.
Ya abajo del escenario, Charly García comentó que se sintió feliz y celebró su éxito con un varias copas de vino hasta quedar bañado en tinto.
Sobre la anunciada visita que iba a hacer al ex presidente argentino Carlos Menem, radicado en Santiago desde diciembre de 2003, no dijo nada. Sólo se limitó a sonreír con ironía ante la reiteradas consultas de los periodistas sobre su amistad con el político paronista. (EFE)
