Ana Tijoux de nuevo no ganó el Grammy, pero su último disco va a quedar en la historia de la música chilena por razones mucho más poderosas que haber sido nominado.
La chilena no logró llevarse la preciada estatuilla.
Ana Tijoux de nuevo no ganó el Grammy. Postulada varios años a este galardón, en esta versión 2015 estaba nominada en la categoría "Mejor álbum de rock, urbano o alternativo latino". Allí su disco "Vengo" competía con los trabajos de Jorge Drexler, Molotov y Calle 13, y fueron éstos últimos los que al final se quedaron con la estatuilla.
La "derrota", de verdad, no dice mucho de ese disco. Ya la sola nominación ratifica, sin duda, la importancia internacional de Ana, que desde hace mucho tiene canciones y conciertos en varias partes del mundo. Ayer, de hecho, estuvo en el escenario de la ceremonia de premiación, demostrando su oficio y su peso internacional.
Pero el valor de "Vengo" no es el hecho de haber llegado allí. Ese disco va a quedar en la historia de la música chilena por razones mucho más poderosas...
Vengo es el cuarto de su historia solista de la rapera chilena de 37 años y es un disco esencial porque sus logros no responden a una estrategia. Vengo es un disco sincero con este tiempo: Se nutre y habla de las historias de Ana Tijoux.
Su historia comenzó en 1999, cuando con poco más de 20 años, ella fue la voz femenina de Makiza, un grupo de rap de varios hijos de exiliados. Con dos épocas y tres discos, el grupo es un referente de la música chilena de los finales del siglo XX.
Cuando Makiza terminó, Anita Tijoux tomó varios caminos, hasta debutar como solista el año 2007, con el disco "Kaos".
Pero en la música – como en muchas cosas - las buenas ideas, el talento y la perseverancia no garantizan nada: Un año después, cuando completaba una década trabajando en la música, Anita cumplía 30 años, tenía un hijo a punto de entrar al colegio y se encontraba en la misma incertidumbre de millones de chilenos: No sabía a ciencia cierta como iba a ganarse la vida en el futuro.
Desde ahí, tal vez con la sensación rondando de dejar la música para siempre, optó por insistir: Volvió a su lenguaje rapero, reunió a un puñado de talentosos amigos-colaboradores, y dio vida a 1977, su disco del 2009.
Era el primer disco que ella presentaba como Ana (y no como Anita) y que escribió desde la incertidumbre que vivía. El primer tema lo dice, casi sin metáforas. "Voy a partir mirándome / Por ésta boca se rima y por ésta boca se come".
"1977" fue un disco autobiográfico, honesto e impresionante. "Mi búsqueda no fue para mí cosa de escenario / Fue algo necesario" confiesa en la misma "1977". Y es así: No buscó el éxito, pero lo encontró: Aterrizó en uno de los momentos más poderosos de historia musical chilena y tuvo una inusual trascendencia internacional. Tom Yorke – el líder de Radiohead- lo mencionó en su blog, generando interés mundial en esta rapera chilena. La canción "1977" apareció en la serie Breaking bad. Se multiplicaron las giras en Estados Unidos y en América Latina...
Pero la historia siguió. Ella no se quedó en "la fórmula exitosa" y "La bala", - el disco siguiente obedeció a otro momento de su vida. Grabado en un estudio a pocas cuadras de la Plaza Italia, con ventanas a la calle por las que a veces entró olor a gas lacrimógeno, plasmó varias de sus canciones las pulsiones de la convulsionada sociedad de entonces. No hay mejor radiografía del 2011 chileno que su canción "Shock": "Con certeza y con desgarro / con el objetivo claro / con memoria y con la historia / el futuro es ahora".
Aunque la respuesta de La bala fue tanta – o mayor- que la de 1977, el siguiente disco siguió nuevamente caminos propios. "Vengo" tiene otras bases sonoras y un mensaje más universal. Sigue hablando de las calles por las que camina, pero a las de Santiago suma las de Los Angeles, Ciudad de México y muchas otras. Por eso toca temas universales, como los niños, las mujeres, el pueblo palestino... Y por eso – probablemente- consolidó su eco internacional.
Ayer no ganó un Grammy, y puede leerse como una derrota. Pero el Grammy no es lo sustancial. Este tipo de premios, como todos, son buenos, pero es más justo celebrar las canciones. De "Vengo", de "La bala", de "1977". Ese es el gran valor de "Vengo". Ana Tijoux no busca premios ni reconocimientos. Solo retrata lo que ve en las calles... Y que, entre Grammys e incertidumbre, probablemente es lo que seguirá haciendo.
Jorge Leiva es creador y editor de Musicapopular.cl.
