El músico estadounidense se presentó la noche de este martes en el Estadio Nacional.
Reunió a más de 68 mil personas en el recinto de Ñuñoa.
Aunque sus más fervientes fanáticos estuvieron presentes, porque repletó el Movistar Arena, la primera visita de Bruno Mars a Chile a comienzos de 2012 pasó mucho más desapercibida, venía como una joven promesa de la música pop a mostrar su disco debut "Doo-Wops & Hooligans".
Cinco años más tarde, el mismo Bruno Mars, con 32 años recién cumplidos, regresó al país a protagonizar uno de los conciertos más esperados del año, donde logró reunir a 68 mil personas en el Estadio Nacional, agotando todas las localidades a la venta.
Esta vez llegó con seis nominaciones a los Grammy, recién conocidas este martes en la mañana, considerado además como uno de los exponentes más destacados de la música pop y el R&B actual a nivel mundial y con numerosos premios ya ganados: cuatro premios Grammys, tres Brit Awards y tres MTV Europe Music Awards, entre otros.
En esta oportunidad y en el coliseo deportivo de Ñuñoa, el músico estadounidense sacó a relucir todo su destacado material discográfico, desde su más reciente trabajo "24K Magic", hasta sus primeras composiciones, incluyendo el súper éxito "Uptown Funk" con el que cerró el show.
Pero sin duda, el baile, las coreografías y su banda (Hooligans) se robaron el protagónico durante el show, que hizo bailar y corear a los miles de seguidores, siendo uno de los momentos más destacados cuando en medio de "Calling All My Lovelies", comenzó a cantar "Te quiero mucho, polola", un claro chilenismo para conquistar a sus fanáticas.
Tras esta presentación, el músico estadounidense partirá rumbo a Perú, donde toca el 2 de diciembre y luego pasará por Ecuador, Colombia y Costa Rica en el marco de su "24K Magic Tour".
