Limp Bizkit pagó con intenso show una década de deudas a sus fanáticos chilenos

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Autor: Cooperativa.cl

Los estadounidenses expusieron sus éxitos ante siete mil fanáticos.

Las interpretaciones de "Take a look around" y "Rollin'" marcaron los momentos más intensos de la noche.

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Limp Bizkit debutó en Chile la noche de este jueves, con un repertorio compuesto casi completamente por sus reconocidos éxitos.

ImagenSe trató de un concierto que, con plena formación original, se repartió entre los insultos de Fred Durst, los alabados interludios de Dj Lethal y la atronadora guitarra de Wes Borland, para hacer un recorrido enfocado en los tres primeros discos de la agrupación.

Tras el teloneo de los nacionales 2X y pasadas las 21:00 horas, el quinteto irrumpió en escena con la canción "Why try", la escueta muestra en toda la noche de su último disco, "Gold cobra", editado a fines de junio pasado.

"Pollution" y "Hot dog" dirigieron el setlist hacia un camino que no abandonaron más durante el resto de la jornada: una detallada revisión de hits de antaño. Los últimos días de los noventa retornaron a las inmediaciones del Movistar Arena, para la satisfacción de los siete mil asistentes que colmaron el lugar.

El intenso show, que incluyó un episodio de furia durante "Break stuff" - Fred Durst lanzó por los aires su micrófono tras presentar problemas de audio- contó con las infaltables muestras de afecto al público: "queremos darles las gracias por tenernos en su casa" y "los amamos"; tras interpretar "My generation" y "Livin' it up".

Rendidos

Con el público completamente a sus pies, Limp Bizkit aprovechó de lanzar su clásico "Re-arranged" y con los sonidos introductorios de DMX y Cypress Hill proporcionados por Dj Lethal, el siguiente paso fue presentar "Eat you alive".

"My way" continuó con el show, para dar paso a "Nookie" y a la balada "Behind blue eyes", que estuvo marcada por las cervezas que el vocalisa invitó y lanzó al público. Posteriormente, una inesperada "Boiler" fue el preámbulo ideal para encauzar uno de los punto altos de la velada: "Take a look around", la emblemática canción del álbum "Chocolate starfish and the hot dog flauvored water", que también formó parte del soundtrack de "Misión imposible II" (John Woo, 2000). "15 años tuvieron que pasar para decir esto, en este lugar", dijo la voz antes de cerrar el track.

Durst dio pie para una sección de peticiones que se tranformó en un inentendible griterío, aunque a ratos se dejaba escuchar con mayor fuerza la necesidad de "Rollin'". Pero la respuesta de la banda fue "Faith" con una fanática saltando por el escenario y otras tantas sobre los hombros de algún acompañante, coreando la canción.

Ya casi en el final, un fanático que aseguró conocer la letra de la siguiente canción fue invitado a escena con la venia de Durst. El resultado fue "Full Nelson" apoyada en voces por el improvisado integrante de la banda.

Pero la fanaticada volvió a insistir en su anterior petición, esta vez con más fuerza. Y aunque en varias oportunidades los músicos negaron la posibilidad de tocarla, finalmente llegó momento de "Rollin'", el segundo y último punto más intenso del show.

Los brazos en alto de los asistentes para seguir la coreografía marcaron el abrupto final del concierto. Un espectáculo que se cerró, después una hora y 40 minutos de música, con la casi imperceptible frase "volveremos muy pronto".

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