El grupo irlandés actuó ante unos 73.000 fanáticos en el Estadio Morumbí en un show en el que Bono expresó sus deseos de que la selección brasileña gane el Mundial.
La banda U2 colmó con su "Vértigo" a las miles de personas que colmaron el Estadio Morumbí de Sao Paulo, quienes vibraron con el primero de dos conciertos del grupo tenía agendados en Brasil.
El carismático Bono deleitó con las letras de sus canciones, salpicadas con mensajes religiosos, sociales y deportivos, a unas 73.000 personas que la noche del lunes abarrotaron el recinto deportivo y provocaron escenas de histeria, como la de una jovencita que se subió al escenario para abrazar y besar al ídolo.
U2 brindará este martes otro concierto en el mismo escenario, como parte de su gira mundial "Vértigo", para promover su más reciente álbum "How to dismantle an atomic bomb".
Poco después de subir al escenario y saludar en portugués, Bono tocó la fibra más profunda de los brasileños al declararse hincha de la selección "verde-amarela" de cara al Mundial de Fútbol que se realizará en junio en Alemania.
"Copa del Mundo. Listos para el hexa", gritó en referencia al sexto título mundial que Brasil aspira a conseguir este año en Alemania.
El grupo comenzó su presentación con "City of blinding lights" y siguió con otras canciones como "Beautiful day", "Vertigo", "Elevation", "Pride" y "New years day".
"U2 es irlandés y Dios es brasileño", dijo también en medio del concierto para delirio del fervoroso público.
Tras la interpretación de "Love and peace or else", Bono se cubrió la cabeza con un pañuelo que llevaba los símbolos de las tres grandes religiones monoteístas (cristianismo, judaísmo e islamismo), y a continuación la banda interpretó uno de sus clásicos, "Sunday, Bloody Sunday", que hace referencia a los conflictos religiosos en
Irlanda del Norte.
U2, que en el telón de fondo del gigantesco palco proyectó la Declaración Universal de los Derechos Humanos y las banderas de los países latinoamericanos, interpretó al final "With or without you" para un público que pidió más y durante varios minutos permaneció inmóvil, esperando el regreso de los ídolos.
La despedida fue con "40", tras lo cual los asistentes se mostraron satisfechos con la primera dosis del grupo, que este lunes seguramente volverá a estremecer el Morumbí de Sao Paulo.
En forma previa a la presentación de U2, el público disfrutó con la casi hora de show que brindó el grupo escocés Franz Ferdinand, el mismo que actuarán el domingo 26 junto a los irlandeses en el Estadio Nacional, en Santiago, y el día siguiente en la Quinta Vergara, como cierre de la 47º edición del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. (EFE)
