La organización de DD.HH. afirma que gracias a la producción dramática muchas personas, jóvenes principalmente, quieren saber si son hijos de los detenidos desaparecidos durante la dictadura.
Las consultas de personas que dudan si su origen está vinculado a la última dictadura militar argentina (1976-1983) se han triplicado como consecuencia de la emisión de una exitosa telenovela que habla del cruento régimen.
La organización humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo recibe consultas a partir de los altos niveles de audiencia alcanzados por "Montecristo", la telenovela protagonizada por el argentino Pablo Echarri que se emite de lunes a viernes por el canal de televisión abierta Telefé.
En la mayoría de los casos, las dudas llegan por parte de jóvenes que quieren saber si son hijos de personas desaparecidas durante la última dictadura.
"Para nosotros fue una sorpresa fantástica ver la repercusión de la tira (telenovela)", sostuvo la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en una entrevista publicada este domingo por el diario Perfil.
"No sólo por los niveles de audiencia, sino además por la manera en la que habían incluido en una trama de amor y odio el tema de la dictadura, de la violación de los derechos humanos y el conflicto de la identidad", enfatizó.
La telenovela, que ha logrado el primer puesto en audiencia con unos tres millones de televidentes, cuenta la historia de Santiago Díaz Herrera (Echarri), un joven abogado hijo de un juez asesinado cuando investigaba crímenes de la dictadura argentina.
El magistrado había descubierto que Alberto Lombardo (Oscar Ferreiro) había actuado como médico en un centro clandestino de detención.
En la telenovela, Echarri se debate entre el amor de dos mujeres que son hijas de desaparecidos y además hermanas, aunque aún no lo han descubierto.
Una de ellas es Victoria (Viviana Saccone), una médica que encara la búsqueda de un hermano que nació hace treinta años en cautiverio en un centro clandestino.
La otra es Laura (Paola Krum), robada del centro en el que operaba Alberto Lombardo y apropiada de manera ilegal por un torturador.
En Chile, el canal privado Mega se encuentra grabando su propia versión de la teleserie, la que estará protagonizada por el actor Gonzalo Valenzuela y la actriz Aline Kuppenheim. Sin embargo todo el contenido relacionado con las violaciones a los derechos humanos, al parecer, no estará presente en esta producción. (EFE)
