Los soldados fueron embestidos cuando salían de la mezquita tras las oraciones del viernes en la provincia de Balkh.
La arremetida se prolongó durante seis horas.
Los uniformados heridos ascienden a 64.
Un ataque talibán a una base del Ejército en el norte de Afganistán dejó 138 víctimas -además de los 10 atacantes fallecidos- y 64 heridos este viernes.
"Murieron 138 soldados y otros 64 resultaron heridos", afirmó a Efe un comandante que pidió el anonimato, en relación al ataque perpetrado contra una base por los talibanes vestidos con uniformes militares en la provincia de Balkh, una de las mas seguras de Afganistán.
El gobierno afgano, que se ha mostrado muy precavido a la hora de dar una cifra total de víctimas, confirmó que "hay más de cien soldados muertos y heridos. Diez insurgentes, incluidos dos atacantes suicidas que se inmolaron, también murieron", aseguró a un portavoz del Ministerio de Defensa, Dawlat Waziri.
El ataque, que se prolongó durante seis horas, comenzó poco después del mediodía, cuando los soldados salían de la mezquita tras las oraciones del viernes, en un cuartel situado en el distrito de Dehdadi.
Los insurgentes iban vestidos con uniformes militares y lograron infiltrarse dentro del cuartel en varios vehículos del Ejército hasta ser descubiertos en el segundo puesto de control de la entrada, donde el primero de los atacantes se inmoló, mientras que los restantes iniciaron el intercambio de disparos.
La oficina del presidente afgano, Ashraf Gani, publicó hoy un único mensaje en Twitter en el que el mandatario condenaba el "cobarde ataque" contra los militares durante "el rezo del viernes": "Los atacantes son infieles", sentenció.
El jefe del Ejecutivo afgano, Abdulá Abdulá, también remarcó en su cuenta de la red social que "el ataque en lugares sagrados está prohibido en todas las creencias" y calificó la acción de "cobarde".
Los talibanes reivindicaron ayer el hecho en un comunicado remitido a Efe por su portavoz, Zabihulah Muyahid, quien aseguró que mataron a "más de un centenar de soldados".
La violencia se ha incrementado en el país asiático desde el final de la misión de combate de la OTAN en Afganistán en enero de 2015 en medio de un avance de los insurgentes, que han reducido el territorio en manos del gobierno a apenas un 57 por ciento del total, según datos de Estados Unidos.
