Autoridades del país africano señalaron que las fuerzas de seguridad ya tienen bajo control la situación, pero que, de momento, se desconoce quiénes son los autores del ataque.
La zona en donde se llevó a cabo el atentado está inmersa en un conflicto separatista entre grupos armados que se sienten marginados y las fuerzas militares del Estado.
Un total de 18 personas resultaron heridas este sábado por la explosión de al menos dos artefactos durante una concurrida maratón en la localidad de Buea, en el suroeste de Camerún, informaron las autoridades locales.
"Hubo dos o tres explosiones en la carrera. Pero debo mencionar que estas explosiones no tuvieron un gran impacto en la competición", dijo el gobernador de la región suroeste de Camerún (donde se produjo el incidente), Bernard Okalia Bilai, en declaraciones recogidas a última hora de este sábado por los medios locales.
"Me gustaría felicitar a las fuerzas de seguridad, a la población de Buea y a todos los cameruneses de buena fe que ignoraron esta pequeña maniobra, un intento de perturbar una gran fiesta deportiva", añadió.
Por su parte, el ministro de Deportes de Camerún, Narcisse Mouelle Kombi, aseguró que "las fuerzas de defensa y de seguridad tienen la situación bajo control".
Las explosiones ocurrieron este sábado mientras centenares de personas veían y participaban en una maratón conocida como Ascension du Mont Cameroun.
Después del incidente, las fuerzas de seguridad registraron la ciudad y detuvieron a algunos sospechosos, según informaron los medios locales.
AÚN SE DESCONOCEN LOS AUTORES DEL ATAQUE
La región suroeste de Camerún está inmersa en la violencia por una crisis de carácter separatista entre grupos armados separatistas anglófonos y las fuerzas armadas del Estado.
Aunque en Camerún el inglés y el francés son idiomas cooficiales y conviven junto a otras 250 lenguas nativas, solamente el 20 por ciento de la población de Camerún es anglófona, minoría que se siente marginada y asimilada por el gobierno central francófono desde hace décadas.
La actual crisis implica a las regiones noroeste y suroeste del país y comenzó en 2016, con manifestaciones y huelgas de profesores y abogados que exigían un uso igualitario del inglés en los tribunales y colegios y una mayor representación en el Gobierno.
En 2017 se convirtió en un conflicto armado intensificado por la negativa del Gobierno del presidente Paul Biya, en el poder desde hace 40 años, quien rechazó todo tipo de reivindicación.
