"Es difícil imaginar que la amenaza desaparece si Gadafi continúa al poder", recalcó
Además, indicó que acciones militares continuarán aumentando la "presión" en el régimen.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, se declaró partidario de financiar a los opositores a Muammar al Gadafi y anunció todo tipo de medidas destinadas a aumentar la "presión" contra el régimen libio.
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| Secretario general de ONU manifestó todo su apoyo a rebeldes para "presionar" contra el régimen de Gadafi. (Foto: EFE) |
La Alianza Atlántica, cuyo mandato se limita a garantizar la seguridad de la población civil en Libia, volvió a dejar claro que quiere ver la caída de Gadafi.
"Creo que sería protección para los civiles en Libia si Gadafi fuera forzado a dimitir", dijo Rasmussen en conferencia de prensa en la que subrayó que "es difícil imaginar" que la amenaza sobre la población desaparezca mientras el coronel continúe en el poder.
La idea de financiar a los rebeldes, defendida por varios países, será discutida mañana en la tercera reunión del denominado Grupo de Contacto para Libia, según Rasmussen, quien estará presente en Roma para participar en la cita.
El secretario general aliado abogó por acumular "toda la presión internacional" para asegurar que Gadafi deje el poder y permitir una transición pacífica a la democracia que responda a las demandas de la población del país.
Acciones militares
En tanto, el político danés recordó que la OTAN tiene intención de continuar sus acciones militares hasta que se cumplan los tres "objetivos claros" que se ha fijado: el fin de todos los ataques y amenazas contra civiles, la retirada de todas las fuerzas de combate y el acceso de la población a la ayuda humanitaria.
"Cada semana, cada día, logramos nuevos progresos, destruimos objetivos importantes", señaló, al tiempo que subrayó que la capacidad militar de Gadafi es ahora "mucho menor" que hace alrededor de un mes, cuando la OTAN se hizo cargo de la operación internacional.
Según Rasmussen, los ataques aliados forzaron a Trípoli a modificar su estrategia y consiguieron que "la naturaleza del conflicto haya cambiado significativamente", añadiendo dificultades a los bombardeos internacionales.
En cualquier caso, insistió una vez más en que no habrá una solución puramente militar al conflicto libio, por lo que abogó por seguir trabajando en las vías política y diplomática.
