De 530 operarios que quedan, un "número importante" quiere irse.
Autoridades temen que bancos privados "hagan lo que quieran" ante ausencia del organismo.
El Banco Central de Zimbawe arriesga su cierre, debido a la marcha de sus funcionarios, ya que la mayoría de los que quedan quieren dejarlo, según declaraciones del gobernador del organismo, Gideon Gono.
Gono, hombre de confianza del presidente, Robert Mugabe, señaló que unos 1.500 empleados del Banco Central fueron dados de baja en febrero pasado y que, de los 530 que quedan, "un número importante" quiere irse.
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| La hiperinflación sigue generando coletazos en Zimbabwe. |
"Muy pronto nos vamos a ver sin otra alternativa que cerrar el Banco Central", dijo Gono, para quien "las consecuencias de esta posibilidad son de temer, dada la propensión de los bancos (privados) a hacer lo que les da la gana en ausencia de un banco central fuerte".
En el periodo de hiperinflación de 2009 en Zimbawe, el Banco Central, encabezado por Gono y controlado por Mugabe y su partido, la Unión Nacional Africana de Zimbawe-Frente Patriótico (ZANU-PF), llegó a imprimir billetes de hasta un billón de dólares zimbawenses, con un valor prácticamente nulo.
"Estamos perdiendo los mejores cerebros"El Banco Central está implicado en casi todos los sectores económicos del país, incluida la polémica y caótica reforma agraria promovida por Mugabe desde hace una década, que ha llevado a Zimbawe a la crisis.
El ministro Zimbawense de Finanzas, Tendai Biti, del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), del primer ministro Morgan Tsvangirai, redujo notablemente las competencias del Banco Central desde la formación del Gobierno de unidad nacional, en febrero de 2009.
Sin explicar los motivos de la fuga de funcionarios, Gono dijo: "Estamos perdiendo algunos de los mejores cerebros del país".
Informaciones de medios locales apuntan que el Banco Central no ha efectuado sus pagos en los últimos meses.
Incluso, según estas noticias, algunos vehículos utilizados por los principales directivos del Banco fueron embargados a finales de abril pasado, debido a que el organismo no pagó las facturas de las semillas compradas para repartir entre agricultores negros beneficiados por la confiscación de tierras a granjeros blancos.
