Luego del recuperar los cadáveres de tres menores por el colapso de un techo en los Alpes bávaros los rescatistas descartaron la posibilidad de encontrar viva a una mujer de 40 años.
El hallazgo de tres cuerpos sin vida elevó a 14 las víctimas fatales encontradas tras desplomarse el techo de un centro de patinaje en hielo en la ciudad de Bad Reichenhall y se descartó la opción de hallar supervivientes.
El descubrimiento de los últimos cadáveres se produjo tras la reanudación de las tareas de rescate, que fueron interrumpidas el martes 3 de enero durante horas y no se reiniciaron sino hasta la madrugada de este miércoles luego que se apuntalara parte del edificio.
Los equipos de rescate siguen el rastro una mujer de 40 años, dada aún por desaparecida, quien se supone está atrapada bajo pesadas placas de metal entre los escombros del pabellón.
"No podemos renunciar a la esperanza, pero es casi imposible que siga viva", dijo el portavoz policial, Hubertus Andrae, al comunicar el hallazgo del cadáver número 14 entre las ruinas del pabellón cuyo techo se desplomó el lunes 2 de enero.
El alcalde de Bad Reichenhall, Wolfgang Meitmeier, dijo que se tomaron las medidas oportunas. Insistió en que el edificio, contrariamente a lo que afirman vecinos del lugar, no mostraba amenazas de derrumbe y que, si bien precisaba de "ciertas obras", no había constancia de que sus estructuras estuvieran dañadas.
"Entiendo que en estos momentos de dolor se busquen responsabilidades y culpabilidades, pero para dar una respuesta clara necesitaremos semanas de investigaciones periciales", dijo.
La población, de 18.000 habitantes, sigue con dolor y conmoción el desarrollo de las tareas de rescate, mientras los medios de información mantienen la teoría de que la causa inmediata del derrumbe pudo ser la enorme masa de nieve acumulada el lunes, pero que la raíz del problema viene de más atrás.
El martes 10 de eenro se celebrará en Bad Reichenhall una ceremonia en recuerdo de las víctimas, aunque todavía no se sabe la fecha exacta en la que tendrán lugar los entierros de las 14 víctimas encontradas.
En el lugar de la tragedia, centenares de vecinos y turistas de esa ciudad-balneario depositaron velas y rezaron por los muertos y desaparecidos y convirtieron la zona en un mar de velas encendidas, que quedaron depositadas en la nieve junto a una iglesia del centro de la población. (EFE)
