El ex militar aseguró que el robo de bebés es una "gran falacia".
En diciembre ya fue sentenciado a presidio perpetuo por el fusilamiento de 30 presos políticos.
El ex dictador argentino Jorge Rafael Videla anunció este martes su rechazo a defenderse en el juicio que se le sigue en Buenos Aires por el robo de bebés durante el último gobierno militar (1976-1983), pues considera que está "condenado de antemano" en proceso que se basa en una "gran falacia".
 |
| "Asumo mi responsabilidad de lo actuado por el Ejército en la guerra contra el terrorismo subversivo", dijo hoy Videla, de 85 años. (Foto: Clarín) |
"Con el debido respeto que merece este tribunal, debo decir que carece de jurisdicción y competencia para juzgarme (...) Me siento condenado de antemano y por consiguiente no ejerceré mi derecho a la defensa, porque a mi juicio carece de sentido", sostuvo Videla en una nueva audiencia del proceso, en la que habló desde un Hospital Militar a través de una videoconferencia.
Que su mandato de facto haya llevado a cabo un plan sistemático para apropiarse de recién nacidos, hijos de mujeres desaparecidas, "es la falacia más grande contenida en este juicio", alegó Videla, de 85 años, que se encuentra internado y enyesado tras haber sufrido una caída.
"Salvo por el accidente, estoy perfectamente bien para mi edad y con una salud cuidada que me permite desarrollarme con absoluta normalidad", añadió.
"Asumo en plenitud mi responsabilidad de lo actuado por el Ejército en la guerra contra el terrorismo subversivo, descargando de toda responsabilidad a mis subalternos que se encargaron de cumplir mis órdenes", fue otra de las declaraciones emitidas este martes por el ex gobernante de facto.
Desde febrero, Videla y otros jerarcas de la dictadura se encuentran sometidos a juicio oral y público por 35 casos de robo de bebés a embarazadas detenidas durante la dictadura.
El ex militar, el primero de los cuatro gobernantes de la última dictadura, fue condenado en diciembre pasado a cadena perpetua por un tribunal de Córdoba que l juzgó por el fusilamiento de una treintena de presos políticos en 1976.
