El ex capellán policial, de 68 años, está siendo enjuiciado por siete homicidios, 31 casos de torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad.
Ex detenidos durante la última dictadura militar en Argentina acusaron al sacerdote católico Christian Von Wernich de intentar convencerles para que colaboraran con sus captores.
"Estando con los ojos vendados, escuché al sacerdote decirle a un matrimonio que estaba detenido que colaborara, que pensara en sus chicos y que si lo hacía le iba a ir mejor", relató Carlos Zaidman, un ex militante político que fue secuestrado en julio de 1977.
Zaidman fue uno de los testigos que declaró en el juicio oral que se le sigue en Argentina al ex capellán policial, de 68 años, acusado de siete homicidios, 31 casos de torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad durante la dictadura (1976-1983).
"Escuchábamos a los guardias decir 'ahora va a venir a hablar con ustedes un cura'. A mí me llamaba la atención que hubiera un sacerdote allí, con esas condiciones de vida infrahumanas, con gente torturada", recordó Zaidman.
El sobreviviente remarcó que los guardias "le rendían pleitesía" a Von Wernich.
"Era como su superior. Lo escuché dos veces. Conocía el lugar donde estábamos secuestrados, tenía dominio sobre él", matizó.
Otra testigo, María Bustamante, relató que conoció al ex capellán mientras estuvo detenida en una comisaría de la ciudad bonaerense de La Plata, el mismo día en el que recuperó su libertad luego de estar más de siete meses cautiva.
La mujer describió a los jueces que aquella jornada los guardias la trasladaron desde una celda al despacho del religioso y le exigieron quitarse la venda.
"Al cura no le gusta verte con esto", dijo Bustamante al aludir a la orden que recibió de los guardias.
"Cuando me saqué la venda, detrás del escritorio había un hombre con camisa celeste y cuello sacerdotal que me hizo varias preguntas, entre ellas sobre mi religión", explicó.
Agregó que el ex capellán le dijo que su detención había concluido y la instó a que se olvidara de lo sucedido durante los meses de cautiverio.
Bustamante, quien aseguró que no militaba en ningún partido y que habría sido detenida por error, precisó que cuando preguntó a Von Wernich por qué había sufrido esa situación, el religioso le contestó que "los caminos de Dios son difíciles de entender".
El testigo Eduardo Kirilovsky, por su parte, ratificó que Von Wernich le visitó en al menos cuatro oportunidades y subrayó que siempre le preguntaba "si había aprendido la lección".
El religioso no presencia las audiencias, pero permanece bajo custodia en el edificio donde se celebra el juicio por si hace falta que algún testigo lo identifique, como ocurrió recientemente en el caso de dos víctimas de la represión que lo reconocieron como el cura que concurría a sus celdas. (EFE)
