Diversos personeros ligados al Gobierno apoyaron a Amado Boudou.
En la oposición apuntan a los cuestionamientos de la justicia y sus gustos personales.
Boudou asumió al frente del Ejecutivo hasta que Fernández se recupere de su operación.
El oficialismo en Argentina salió a defender al vicepresidente del país, Amado Boudou, frente a los opositores que cuestionan la idoneidad del economista para hacerse cargo del Ejecutivo durante la convalecencia de la mandataria Cristina Fernández, quien fue operada este martes por un hematoma craneal.
El titular de la Cámara de Diputados, el oficialista Julián Domínguez, sostuvo que las críticas a Boudou "expresan inmadurez republicana" pues es la Constitución nacional la que "estipula el mecanismo para garantizar el efectivo ejercicio presidencial" en caso de enfermedad.
En tanto, el primer candidato diputado del gobernante Frente para la Victoria (FPV) en la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, aseguró que Boudou, ministro de Economía durante el primer gobierno de Fernández, "sabe perfectamente, como todos los dirigentes del FPV, qué rumbo tiene este proyecto político".
"Al que no le gusta que Bodou asuma el Ejecutivo, que cambie la Constitución", sostuvo Insaurralde.
También en defensa del vicepresidente salió el senador oficialista Daniel Filmus, quien señaló que "a Boudou también lo votó el 54 por ciento de la gente y hay un equipo que funciona".
"Hay una presidenta que tiene que enfrentar una operación, asume el vicepresidente, y todos esperamos que sea lo más corto posible y confiamos en el equipo que acompaña a la presidenta", dijo Filmus.
Críticas opositoras
Dirigentes de diferentes partidos de la oposición cuestionaron este martes la figura de Boudou, involucrado en distintos casos de presunta corrupción, quien asumió este lunes al frente del Ejecutivo hasta que Fernández se recupere de su operación.
El ex vicepresidente de Fernández y actual candidato a diputado por la opositora Unión Cívica Radical, Julio Cobos, aseguró que "es muy difícil" que Amado Boudou pueda ejercer el poder con "plena facultad" y que su gestión se verá "muy diluida".
Por su parte, el diputado integrante del Frente Renovador (peronismo disidente), Felipe Solá, afirmó que Boudou "no está para gobernar" sino para "andar en moto", en referencia a la afición del vicepresidente por este tipo de vehículos.
El también peronista disidente, Gerónimo Venegas, advirtió que "los próximos 50 días, de acuerdo a los pronósticos de la salud presidencial, estamos en manos de improvisados y con una delicadísima situación internacional, a la que se suman los problemas económicos y sociales de nuestro país".
En tanto, Jorge Altamira, del izquierdista Partido Obrero, afirmó que el "vicepresidente es una suerte de cero a la izquierda, cuestionado en la Justicia y carente por completo de autoridad".
Por su parte, el diputado Juan Carlos Juárez, del Frente Amplio Progresista, opinó que "Boudou no tiene estatura moral para encabezar el Gobierno. No responde a las mismas características que las de la presidenta" y no tiene "la envergadura política ni la estatura moral como para hacerse cargo de la conducción de los destinos políticos e institucionales de Argentina".
