El ataque -que además dejó cerca de un centenar de heridos- lleva la huella del Jemma Islamiya, un grupo relacionado con Al Qaeda, según fuentes policiales.
Al menos ocho ciudadanos indonesios murieron y otras 100 personas resultaron heridas como consecuencia de un atentado terrorista con autobomba registrado frente a la embajada australiana en Yakarta, según declaró el primer ministro australiano, John Howard.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores indonesio, Marty Natalegawa, confirmó también que se trató un atentado terrorista.
Según la policía del país, el atentado lleva la huella de un terrorista malasio, Azahari, líder de Jemma Islamiya, un grupo relacionado con Al Qaeda.
Se cree que ningún extranjero se encuentra entre las víctimas mortales y por ahora está confirmada la muerte de Anton Suyarno, de 24 años, y de Mudhofir, de 45 años, ambos guardias de seguridad que vigilaban la entrada de la misión diplomática australiana.
El atentado, además, causó heridas leves a tres empleados de la embajada griega, situada no lejos del lugar del ataque.
La bomba, de gran potencia, estalló a las 10:30 hora local (03:30 GMT) en la calle Rasuna Said de la capital indonesia y causó la rotura de ventanas de los edificios colindantes, así como daños en el muro de la embajada.
Varios autómoviles y camiones estacionados en las cercanías fueron también dañados.
Howard añadió que envió inmediatamente a la zona a su ministro de Relaciones Exteriores, Alexander Downer.
El primer ministro australiano confirmó que todo el personal de la embajada está a salvo y declaró que el edificio diplomático era el objetivo del atentado.
La presidenta de Indonesia, Megawati Sukarnoputri, acortó su visita a Brunei, donde asistía a la boda del príncipe heredero, para volver al país.
Según un policía desplazado al lugar del atentado, la bomba era de mayores efectos que la explotó el año pasado en el hotel Marriot de la capital indonesia, que se saldó con 12 víctimas mortales.
Australia fue el país más afectado por los atentados de octubre de 2002 en Bali. De los 202 muertos en ese ataque, 88 eran australianos.
La primera reacción al ataque por parte de Estados Unidos y Australia fue advertir a sus ciudadanos contra el peligro de nuevas agresiones terroristas en Indonesia.
Este atentado ocurrió un día después de que el Gobierno de EE.UU. alertara de posibles ataques terroristas en Indonesia antes de la segunda ronda de las elección presidencial del 20 de septiembre; y este jueves volvió a advertir que sigue existiendo ese peligro. (Agencias)
