El Gobierno del "gigante sudamericano" aseguró que, pese a la abierta simpatía de Lula por el líder cocalero Evo Morales, apoyará a cualquiera de los postulantes que sea electo por la voluntad popular.
Brasil "no tiene candidato" para las elecciones presidenciales que se celebrarán en Bolivia el próximo 18 de diciembre y sólo está interesado en que las instituciones de ese país sean fortalecidas, afirmó un portavoz oficial en Brasilia.
El asesor para Asuntos Internacional del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Marco Aurelio García, declaró que "Brasil no pretende inmiscuirse en los asuntos internos bolivianos" y afirmó que apoyará a cualquier candidato que sea electo por la voluntad popular.
En declaraciones a corresponsales extranjeros, García intentó salir al paso a la abierta simpatía que Lula expresó por el líder cocalero Evo Morales el pasado miércoles, en una reunión con el presidente argentino, Néstor Kirchner.
"En ningún momento histórico tuvimos tantas posibilidades de tener una América del Sur volcada para su gente", dijo Lula.
"Yo le decía a Kirchner: 'imagina lo que significó la elección de (Hugo) Chávez en Venezuela, imagina lo que significa si Evo Morales gana las elecciones en Bolivia'", agregó.
Según García, eso no significa que el gobierno brasileño apoye o prefiera a Morales antes que a Jorge Quiroga o Samuel Doria Medina, los otros dos candidatos a la presidencia de Bolivia.
"Brasil apoya el fortalecimiento de la democracia en articulación con todo el Mercosur y está convencido de que estas elecciones serán claves para normalizar la situación institucional del país", afirmó el asesor de Lula.
García recordó los intereses que tiene en ese país la estatal Petrobras, que ha invertido en Bolivia cerca de 1.800 millones de dólares y es responsable por casi el 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en esa nación andina.
Sin embargo, dijo que el Gobierno brasileño "no se preocupa" ante algunas ideas de Evo Morales, que ha llegado a plantear hasta la posibilidad de nacionalizar la industria de hidrocarburos.
"La nacionalización es una política de gobierno y todo país es soberano. Aquí mismo en Brasil el Estado tiene una gran presencia en la industria petrolera", apuntó García. (EFE)
