Como en La Paz no existen las condiciones de seguridad para acoger la junta que decidirá la renuncia del presidente, el Parlamento sesionará el jueves en la capital constitucional.
El Congreso de Bolivia se reunirá el jueves 9 de junio en Sucre para decidir si acepta o no la dimisión del presidente Carlos Mesa, ante la imposibilidad de celebrar la sesión en La Paz a causa de las protestas y la violencia.
Así lo anunció este martes el presidente del Congreso boliviano, Hormando Vaca Díez, quien explicó que la decisión fue adoptada tras consultar con los grupos parlamentarios y coincidir en que La Paz no ofrece suficientes condiciones de seguridad.
La sesión del Congreso comenzará a las 10:30 hora local (14:30 GMT) en la Casa de la Libertad de Sucre, la capital constitucional de la República, hasta donde se desplazarán los 157 senadores y diputados bolivianos.
"Hemos hecho esfuerzos, hemos hablado con todos los actores, con el propósito de instalar la sesión del congreso en La Paz, los propios paceños son conscientes de que el escenario no es el propicio", detalló Vaca Díez.
El presidente del Congreso consideró que no pueden "dejar de resolver un tema como la renuncia del presidente de la República" e insistió en que la situación debe resolverse pronto.
Una "mayoría silenciosa de ciudadanos está soportando en La Paz y en otros lugares más de 80 puntos de bloqueos de carreteras", y en este sentido, dijo que "ese camino sólo conduce a la pobreza; queremos el camino de las soluciones, del trabajo, de la unidad".
No obstante reconoció que "lamentablemente si en Bolivia no tenemos la capacidad de ponernos de acuerdo" las consecuencias serán graves para el pueblo, que, a su juicio, "reclama un mínimo de autoridad y paz".
Para la celebración de la sesión del Congreso, Vaca Diez dijo que se pondrá a disposición la Fuerza Aérea boliviana con el propósito de que puedan llegar hasta Sucre todos los parlamentarios del país.
Precisó que donde haya vuelos regulares se hará uso de ellos y si es preciso contratar avionetas particulares así se procederá.
"Sabemos que el país se desangra y hay que dar una respuesta", concluyó.
El presidente del país, Carlos Mesa presentó el lunes 6 de junio su renuncia ante las masivas protestas que han envuelto en el caos a Bolivia, pero es ahora el Congreso el que debe decidir si la acepta.
Los choques entre mineros y fuerzas de seguridad se tradujeron este martes en la jornada más violenta de las últimas semanas con 13 heridos y más de 50 detenidos, lo que a juicio del Congreso no otorga garantías de seguridad para convocar la sesión en La Paz, la sede del Ejecutivo y del Legislativo de la nación vecina. (EFE)
