El presidente Mesa decidió no realizar la reunión en la que pretendía discutir cambios en el país altiplánico ante la negativa a asistir de importantes actores políticos y sociales.
El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, suspendió la convocatoria al Encuentro por la Unidad Nacional, luego que los poderes Legislativo y Judicial rehusaran asistir a la cita propuesta para discutir las reformas que encara el país.
El ministro de la Presidencia, José Antonio Galindo, leyó un breve comunicado para dar a conocer la decisión del mandatario, quien el martes 10 de mayo llamó a los actores sociales y políticos a buscar un pacto nacional que evite la desintegración del país.
La convocatoria tuvo escaso eco entre los partidos políticos y los sectores sindical y social, que preparan una ola de protestas para el lunes 16, y fue rechazada por los poderes Legislativo y Judicial.
Según el Ejecutivo, la decisión del Parlamento de no asistir a la cita, programada para el lunes 16 de mayo en la ciudad de Sucre, inhabilita la discusión de la reforma del sector de hidrocarburos, del referendo sobre las autonomías y de las elecciones de gobernadores y de candidatos a la Asamblea Constituyente que se discuten en el Congreso nacional.
"En estas circunstancias no queda otra opción que suspender la realización del encuentro por la unidad de Bolivia", indica el comunicado del jefe de Estado.
Mesa agradeció la "patriótica actitud" de la Iglesia, el Defensor del Pueblo, la Asamblea de Derechos Humanos, los alcaldes del país, los empresarios y las organizaciones cívicas y partidos que aceptaron participar en el encuentro.
Asimismo ratificó que, tras el fracaso de la cita, "los riesgos para la convivencia democrática y la unidad del país se mantienen".
El mandatario boliviano hizo un llamado a sus compatriotas "a mantener la serenidad y continuar apostando a la paz y concertación", para continuar con las reformas que encara el país. (EFE)
