"Ese será un club de neoliberales" afirmó el líder cocalero al cuestionar la representatividad de los invitados al encuentro nacional convocado por el mandatario boliviano.
El líder indígena boliviano Evo Morales, del opositor Movimiento al Socialismo (MAS), consideró que la cita del Gobierno "al encuentro por la unidad del país", servirá para defender a las petroleras de la reforma que aprobó el Congreso.
Morales cuestionó la representatividad de los invitados a ese encuentro, que el Gobierno calificó como su "última oportunidad" para alcanzar un acuerdo sobre la Asamblea Constituyente, las autonomías regionales y la reforma petrolera aprobada en el Congreso.
El encuentro, previsto para el lunes 16 de mayo en la ciudad de Sucre, en el sur del país, fue convocada por Mesa el martes 10 y espera reunir a más de 70 representantes, entre líderes políticos, sindicales y empresariales, ex presidentes y alcaldes, además de observadores internacionales. Evo Morales critica convocatoria a diálogo del presidente Mesa
"Ese será un club de neoliberales", dijo Morales en alusión a los ex presidentes Jorge Quiroga (2001-2002) y Jaime Paz Zamora (1989-1993) y a los que, en su opinión, debería sumarse el ex mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada, que renunció a su segundo mandato en octubre de 2003.
El líder de los campesinos productores de coca aseguró que asistiría a la reunión si se convirtiese en una "cumbre social" con líderes de organizaciones sociales y sindicales que defienden la recuperación estatal del control de los hidrocarburos.
El MAS programó para el mismo día una marcha hacia la ciudad de La Paz que se iniciará en la localidad andina de Caracollo, situada a 199 kilómetros al sur de la sede del Gobierno, para presionar al Congreso y al Ejecutivo a cambiar la ley de hidrocarburos.
Las movilizaciones, secundadas por la Central Obrera Boliviana, no incluirán el bloqueo de caminos, según Morales, aunque otros dirigentes sindicales proponen cortar las rutas.
Colectividades conservadoras asistirán a la reunión convocada por Mesa
La convocatoria al diálogo, en cambio, tuvo eco en Acción Democrática Nacionalista (ADN) y en el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), fuerzas conservadoras que aseguraron su asistencia al encuentro.
No obstante, el jefe de ADN, Mauro Bertero, planteó que en la agenda de discusión también se incluya la búsqueda de una "salida verdadera a la crisis" que vive Bolivia, con el adelanto de las elecciones nacionales.
Una posición similar fue planteada por el jefe del nuevo Frente de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, próspero empresario del sector del cemento.
El Movimiento Nacionalista Revolucionario, del ex presidente Sánchez de Lozada, demandó al Gobierno puntualizar sus observaciones a la reforma petrolera sancionada en el Congreso, para cumplir con el procedimiento constitucional.
"No podemos saltarnos la Constitución a través de una reunión de 60 personas", señaló el diputado Luis Eduardo Siles.
El ministro de la Presidencia, José Galindo, no precisó las razones de la negativa del Ejecutivo a la norma petrolera y mantuvo que se trata de una "observación conceptual" al conjunto del texto aprobado por las dos cámaras del Legislativo.
Insistió en el llamado presidencial al diálogo para evitar la división del país y sostuvo que la ley petrolera aprobada por el Congreso "tiene problemas" que impedirán su aplicación efectiva.
"Hay algunos problemas que nos pueden llevar a situaciones complicadas y porque en otros puntos no se refleja lo pedido por el pueblo", señaló en alusión al referéndum de julio de 2004 que aprobó la redacción de una nueva legislación.
Anticipó su optimismo en relación a la respuesta de los líderes invitados y también sostuvo que las protestas anunciadas por los sindicatos "se van a destemplar" ante el respaldo del resto de la población a la iniciativa gubernamental. (EFE)
