De vuelta de su gira mundial, el futuro mandatario boliviano valoró el apoyo ofrecido por los países que visitó y se prepara para la asunción al poder.
El presidente electo de Bolivia, Evo Morales, afronta desde el lunes 16 de enero una semana en la que definirá el perfil de su Gobierno, realizará una visita oficial a Argentina y asumirá el poder en medio de gran expectación internacional.
El futuro gobernante boliviano regresó el viernes 13 de una gira internacional de 10 días que le llevó por ocho países y cuatro continentes y que este domingo fue evaluada como "muy positiva, sobre todo en el aspecto político" comunicó su portavoz, Alex Contreras.
El vocero resaltó "los apoyos significativos" logrados de los gobierno de varias naciones" de una forma desinteresada, "entendemos que muy comprometida por la esperanza de cambio que existe en el país", agregó a una emisora local.
El líder del Movimiento al Socialismo (MAS), visitó Venezuela, España, Bélgica, Holanda, Francia, China, Sudáfrica y Brasil, donde se reunió con autoridades y con empresarios que tienen intereses en Bolivia.
En la primera conferencia de prensa al regresar del viaje, Morales dijo el sábado 14 de enero que Bolivia "no está sola" y que tiene "mucho apoyo internacional".
Al mismo tiempo, el cocalero destacó el desprendimiento que halló en sus interlocutores, que le ofrecieron condonación de la deuda bilateral, inversiones estatales y privadas más apoyo económico de fondos no reembolsables para atender demandas sociales.
Según Morales, en su gobierno cosechará el apoyo internacional recibido durante su gira, para lo va a crear "programas específicos para buscar que esos recursos lleguen lo más antes posible" señaló.
Con este objetivo, el líder indígena ha comenzado a reunirse con sus colaboradores y los diputados y senadores del MAS elegidos en las elecciones que este partido ganó por mayoría absoluta el 18 de diciembre.
En tanto, este fin de semana comenzaron los preparativos del gobierno municipal de La Paz para acondicionar la ciudad que dentro de siete días albergará la transmisión de mando.
El portavoz del presidente electo, reveló que 10 jefes de Estado y "más de 150 invitados han confirmado su presencia" en el evento, mientras que espera la acreditación de 700 periodistas del interior y del exterior del país.
Justificó estas cifras porque "se ha generado una expectativa nacional e internacional" sobre la situación de la nación andina, donde el apabullante triunfo del líder del MAS puede romper un período de tres años de inestabilidad, en el que dos presidentes abandonaron el cargo por las protestas sociales.
El domingo 22 de enero, asumirá la jefatura del estado boliviano en una sesión solemne en el Congreso Nacional y después se trasladará escoltado por un grupo de mineros a la plaza de San Francisco, un escenario histórico de concentraciones sindicales y populares en el que se comprometerá con la población a cumplir con su mandato.
El lunes 23, tomará juramento de su gabinete ministerial y de los prefectos o gobernadores de los nueve departamentos bolivianos, elegidos por primera vez en las urnas en diciembre pasado.
Antes de la celebración, Morales viajará este martes a Argentina para conversar con el presidente Néstor Kirchner sobre las relaciones entre ambos países, centradas en la provisión de gas boliviano a la vecina nación. (EFE)
