El Parlamento deberá pronunciarse sobre la renuncia del presidente Carlos Mesa y definir quién asumirá el poder, bajo la sombra de los augurios de guerra civil.
Varios miles de mineros y campesinos están llegando a Sucre desde distintos puntos de Bolivia, para presionar al Congreso y lograr que la sucesión del renunciado presidente Carlos Mesa sea encabezada por el titular de la Corte Suprema, el único que legalmente puede convocar a elecciones generales anticipadas.
Los manifestantes partieron en autobuses y camiones, principalmente, desde las localidades de Oruro y Potosí, en el sudeste y sur del país, respectivamente, señaló el presidente de la Federación Departamental de Cooperativistas Mineras orureña, José Luis Chorolque.
El grupo está formado por trabajadores afiliados a cooperativas que operan en yacimientos situados en las inmediaciones de estas históricas poblaciones mineras.
Según Chorolque, desde Oruro han viajado más de medio millar de cooperativistas mineros orureños con la intención de unirse a los de la ciudad de Potosí, famosa por el gigantesco yacimiento de plata explotado durante la colonia española, así como con los llegados desde la población de Atocha, en la misma región sureña.
Según distintas fuentes de los grupos convocantes de las manifestaciones se pueden concentrar en la ciudad de Sucre al menos 5.000 personas.
La capital constitucional de Bolivia acogerá este jueves una sesión del Congreso para considerar la renuncia de Mesa, que de ser aceptada planteará el problema de quién asume el cargo.
Constitucionalmente, esto le corresponde, por orden, al presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez; al titular de la Cámara de Diputados, Mario Cossío; y al líder de la Corte Suprema, Eduardo Rodríguez.
"Los bolivianos estamos pidiendo la renuncia de Vaca Díez y de Cossío porque no tienen políticas que vayan en favor de la mayoría", dijo el presidente de la Federación Departamental de Cooperativistas Mineras de Oruro, postura que se suma a la que en la víspera manifestaron tanto el propio Mesa como el líder de Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales.
Ambos consideraron que en caso de que asuma Vaca Díez -o Cossío- el país corre un serio riesgo de guerra civil, por lo que ambos deben declinar en sus intentos de llegar a la Presidencia.
En contra de que uno de los presidentes de las dos cámaras legislativas llegue al poder también se pronunció el alcalde de La Paz, Juan del Granado, que inició una huelga de hambre junto con 20 representantes de varias instituciones paceñas.
"Vaca Díez no tiene la legitimidad ni la legalidad suficientes" y será "portador de enfrentamientos y divisiones" entre las regiones del país, dijo Del Granado. (EFE)
