Nuevo gobernante pidió el fin de las protestas a la ciudad vecina a La Paz, que este viernes endureció su presión en demanda de la nacionalización del gas y el llamado a una Asamblea Constituyente.
El presidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez, quien este viernes se hizo cargo de las riendas del país, pidió una tregua a los líderes vecinales y sindicales de la ciudad de El Alto y los invitó a dialogar el sábado 11 de junio en el Palacio de Gobierno.
Rodríguez hizo este llamado mediante tres cartas enviadas al presidente de la Federación de Juntas Vecinales, Abel Mamani; al secretario ejecutivo de la Central Obrera Regional, Edgar Patana: y al dirigente máximo de los comerciantes de esa urbe, Braulio Rocha.
Una asamblea de la organización dirigida por Mamani decidió este viernes endurecer sus medidas de presión y dar un plazo de tres días al Gobierno y al Congreso para que respondan a sus demandas de nacionalizar el gas y convocar una Asamblea Constituyente.
Rodríguez remarcó en sus cartas que la invocación de un alto en las protestas es la primera iniciativa de su gestión y se produce cuando ni siquiera ha elegido a su Gabinete de ministros.
Agrega que el objetivo de la cita con los convocantes del paro es buscar una solución para favorecer a los niños, mujeres y ciudadanos tanto de El Alto como de La Paz, "que están viendo con desesperanza la imposibilidad de realizar sus actividades con normalidad para obtener el sustento diario".
Además, manifiesta su preocupación por las escasez de provisiones en los hospitales, lo que pone en riesgo la vida de los pacientes y de las fuentes de empleo.
El nuevo presidente boliviano fue elegido el jueves en una sesión especial del Congreso celebrada en la ciudad de Sucre, y en sustitución de Carlos Mesa, después de una violenta jornada de protestas que se saldó con la muerte de un minero. (EFE)
