Los líderes sociales de las movilizaciones dudan que la asamblea constituyente fijada por el mandatario sea ratificada por el Congreso y reiteraron su demanda de nacionalizar los hidrocarburos.
Las protestas en Bolivia continúan este viernes con el bloqueo de rutas y el segundo de día de paro del transporte en La Paz y El Alto, pese a la decisión presidencial de fijar una fecha para elegir una asamblea constituyente y realizar un referendo autonómico.
La Paz amaneció con poca actividad, pero en la urbe alteña el paro de conductores, apoyado por el bloqueo de calles, provocó prácticamente una paralización completa de la ciudad.
Las vías que unen las dos ciudades están cortadas como en numerosas ocasiones durante esta semana.
Los líderes sociales de las protestas no están conformes con el decreto emitido por el presidente, Carlos Mesa, que fijó el 16 de octubre para realizar ambos procesos, porque desconfían de que no sea ratificado por el Congreso cuando comience sus sesiones.
El presidente de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto (Fejuve), Abel Mamani, reiteró que además de la asamblea constituyente, los alteños demandan la nacionalización de los hidrocarburos.
A juicio del presidente Mesa, esta demanda de nacionalización debe ser tratada en el marco de la instancia programada para el 16 de octubre.
La legalidad de la decisión del mandatario, conocida la noche del jueves 2 de junio, también comenzó a ser debatida por su supuesto carácter inconstitucional al haber sido tomada al margen del Congreso que durante la misma jornada suspendió por tercer día consecutivo el inicio de sus sesiones para discutir esos temas.
Las organizaciones cívicas de Santa Cruz, que defienden el referendo autonómico, se reunirán este jueves para analizar el tema.
En La Paz, las principales organizaciones campesinas movilizadas también discutirán los efectos del decreto, aunque sus líderes desconfían de que baste para garantizar el proceso constituyente.
Según el diputado Evo Morales, del Movimiento Al Socialismo (MAS) y una de las cabezas de las protestas, "la intención es buena, pero extemporánea". (EFE)
