Los grupos más radicales, especialmente de El Alto, indicaron que el virtual presidente electo tendrá tres meses para que el gas vuelva a ser propiedad de los bolivianos.
Los gremios más radicales de Bolivia, encabezados por la Central Obrera Boliviana (COB), exigieron este lunes a Evo Morales, virtual presidente electo del país vecino, que debe "nacionalizar los hidrocarburos" como ha prometido y le dieron un plazo de tres meses.
"Los trabajadores ya hemos dado un plazo de 90 días para que nacionalice los hidrocarburos sin indemnización y que no vengan a decirnos que necesitan un año o dos años, o que consultarán a Washington o Lula (el presidente de Brasil)", dijo el máximo dirigente de la COB, Jaime Solares.
La COB y otros combativos sectores sindicales, especialmente de la ciudad de El Alto, vecina a la Paz y de población básicamente campesina y obrera, y con un alto índice de desempleo, exigen la nacionalización como confiscación de la industria hidrocarburífera y la expulsión de las petroleras.
Solares apuntó que todo lo que necesita Morales es "voluntad política y respetar la constitución".
"Antes, Morales decía que no tenía mayoría en el Congreso, ahora ya la tiene", señaló.
En tanto, el secretario ejecutivo de la Central Obrera de El Alto, Edgar Patana, insistió en que Morales "tiene 90 días para nacionalizar" y que, en caso contrario, las fuerzas sociales de esa ciudad, que obligaron en 2003 a la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y en junio a la de Carlos Mesa, entrarán en acción.
"Ese es el sueño, ese es el mensaje: nacionalizar", dijo a su vez el concejal de la alcaldía de El Alto, Roberto de la Cruz, uno de los más radicales dirigentes de la izquierda indigenista.
El posible futuro mandatario no ha querido responder a este emplazamiento y menos al plazo de tres meses.
En su primera rueda de prensa como virtual presidente de Bolivia, Evo Morales ratificó este lunes que su gobierno "no confiscará ni expropiará" los bienes de las petroleras y que recuperará la propiedad de los hidrocarburos para los bolivianos.
"Tenemos que ejercer nuestro derecho de propiedad como Estado, eso no significa confiscar ni expropiar bienes de las transnacionales", dijo en Cochabamba (centro del país) poco después que los conteos rápidos independientes extraoficiales indicaran que Morales obtuvo la mayoría absoluta de los votos.
"Eso que decía la ley de que el titular adquiere la propiedad en boca de pozo, se terminó. Dentro del suelo, fuera del suelo ese recurso es del pueblo", dijo a tiempo de señalar que Bolivia "necesita socios, no patrones".
Bolivia es la segunda reserva de gas de Sudamérica, después de Venezuela, y Morales, como los otros candidatos que se presentaron a las elecciones para gobernar desde el 22 de enero de 2006, por cinco años, a Bolivia, han insistido en que el desarrollo de esa industria será el eje de su política económica.
Morales no especificó en qué variará su política respecto de la ley de hidrocarburos de mayo pasado, que reconoce claramente que esos recursos son de propiedad del estado tanto en el subsuelo como en boca de pozo.
Tampoco hizo mayores precisiones respecto de las relaciones que establecerá su eventual gobierno con las petroleras.
"Si quisiéramos emprender una tarea de exploración o prospección en algunos departamentos (provincias) que no producen gas y necesitamos la tecnología, se pagará los servicios de esos equipos transnacionales y fundamentalmente nuestro gobierno estará orientado a cómo industrializarlos", señaló.
El plan de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales señala que los actuales contratos de riesgo compartido, que la nueva ley rotula como de "producción compartida", serán convertidos a convenios de servicios.
Esto implicaría que las empresas operadoras ya no tendrán una participación en la explotación, sino una "retribución" por sus servicios, que pague sus costos y les reconozca "una ganancia".
Morales no ha señalado qué camino tomaría si las transnacionales se niegan a adoptar esa nueva forma contractual.
De oficializarse su triunfo, Morales ser convertirá en el primer indígena en asumir la presidencia de Bolivia en los 180 años de historia republicana de esa nación. (Agencias)
