"Jamás hemos pensado en afectar al abastecimiento del gas a los países vecinos", aseveró el presidente boliviano sobre la nueva realidad de su país.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que nunca planeó suspender el suministro de gas natural a Brasil y Argentina, aunque reiteró su intención de renegociar el precio del hidrocarburo, el que considera bajo.
Así lo expresó en una improvisada rueda de prensa en el Palacio de Gobierno de La Paz, tras regresar de la cumbre en que discutió el tema con los gobernantes brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva; argentino, Néstor Kirchner; y venezolano, Hugo Chávez, en la localidad trasandina de Puerto Iguazú.
Con respecto al precio que pagan Brasil y Argentina por el gas natural que importan de Bolivia, afirmó que "va a ser analizado, mejorado, tomando en cuenta la situación económica de los distintos países, sean productores o consumidores".
Morales dio a entender que las tarifas aumentarían al señalar que los dos países afectados "apuestan por mejorar la situación económica de nuestro país".
"Jamás hemos pensado en afectar al abastecimiento del gas a los países vecinos", añadió, sobre la posibilidad de que las partes no se pongan de acuerdo sobre las nuevas reglas de juego en el sector energético boliviano y sus efectos sobre el comercio del hidrocarburo.
Al respecto, denunció la existencia de una campaña mediática para enfrentar a los presidentes de Brasil y Argentina, a los que definió como "hermanos" y "compañeros" y a los que reiteró su promesa de que el suministro de gas natural "está totalmente garantizado".
"Tenemos mucho interés no solamente en cubrir el mercado interno, que es una tarea inmediata del Gobierno, sino también ampliar los volúmenes de exportación", señaló Morales, quien apuntó que "hay una clara posición de mejorar el precio", pero "eso dependerá del trabajo técnico" de los funcionarios de los gobiernos implicados.
Sobre la reunión cumbre, Morales la calificó como "muy amistosa, muy cordial, con mucha solidaridad", al tiempo que destacó la predisposición de sus interlocutores para "incorporar a Bolivia al proyecto Gasoducto del Sur" y "seguir invirtiendo en el país".
El presidente boliviano explicó que la nacionalización de los hidrocarburos decretada por su Gobierno no formó parte del debate, aunque los otros tres gobernantes le felicitaron públicamente por ese plan. (EFE)
